Primero fue el intendente de General Viamonte, el radical Franco Flexas; y luego lo siguió el diputado bonaerense del FdT, Walter Abarca. Aunque, a juzgar por los dichos de este último, fue él quien puso por primera vez en debate la posibilidad de que La Plata deje de ser la capital de la provincia de Buenos Aires.

Lo cierto es que hoy un representante del oficialismo bonaerense y otro de la oposición concuerdan en la necesidad de descentralizar el poder y mudar el centro cívico de la Provincia a un distrito que pueda generar las mismas ventajas para todos los intendentes bonaerenses.

Es una propuesta que yo había tirado cuando caminábamos con Julián Domínguez, que proponía el traslado de la capital nacional y la bonaerense también”, sostuvo Abarca en declaraciones a Radio La Plata.

Según sus palabras, “la mayor parte de la población vive en el 2% del territorio, es inviable una provincia que siga consolidando esa concentración. No solo discutir el traslado de la capital, sino todo lo que sean políticas de descentralización, la autonomía municipal y como proyectar esos crecimientos para generar oportunidades en el interior”.

El diputado bonaerense es uno de los que más diferencias tienen con la conducción central. Y es por eso que, siempre que tiene oportunidad, no duda en dar su parecer al respecto.

La coincidencia entre Abarca y Flexas no es solo sobre la necesidad de sacar la capital de La Plata sino también en el destino que se le puede dar. Ambos ubicaron en ese lugar a Saladillo, distrito de donde es oriundo el diputado provincial del Frente de Todos.

Yo dije Saladillo porque es mi ciudad y para todos sería un orgullo, pero coincido que hay que dar la discusión; es una provincia extensa donde uno hace siete u ocho horas de viaje de una punta hasta la capital”, manifestó.

Días atrás, Flexas había dejado en claro que Saladillo sería una buena opción para mudar la capital bonaerense. Y le dijo a este medio que “los intendentes que viven en las puntas tienen que viajar cada 15 días y capaz que tienen que hacer 800 kilómetros, 900 kilómetros”. Y añadió: “Si yo tengo que viajar 600 kilómetros para juntarme con un ministro durante media hora para que pueda escuchar lo que los vecinos del distrito necesitan no solo es muy complejo, sino que también nos pone en una situación de desventaja ante otro intendente que está a 50 kilómetros”.

Y le dejó a Data Clave algunas impresiones sobre el eje del conflicto que genera hoy tener la capital en La Plata. "El Conurbano te presiona. Sos rehén de lo que el Conurbano decida.  Y todos los políticos que se aprovechan de eso". Y sumó: "La Plata está conurbanizada".

Este medio buscó la respuesta del lado apuntado, pero prefirieron no opinar al respecto. Lo que se sabe es que no cayó bien el pedido. Sobre todo de parte de Flexas, quien forma parte de la misma alianza opositora del intendente PRO, Julio Garro.