Precios que suben mes a mes, semana a semana, mientras los sueldos no acompañan ese ritmo ni por asomo. La crisis económica y social que arrastra la Argentina desde hace años pone sobre la mesa una vez más la fragilidad del sistema actual, donde -como siempre- pagan los platos rotos los sectores más vulnerables. Los fantasmas del 2001 siempre acechan en tiempos donde se deprecia el peso día a día. Sobra mucho mes a fin de sueldo. 

En este contexto, las reminiscencias de 20 años atrás no son todas para dejar en el olvido. En uno de los momentos más duros que atravesó la sociedad argentina, irrumpió una forma de comerciar que ayudó a enfrentar la malaria. El Club del Trueque, donde aquellos que menos tenían intercambiaban lo poco que les era propio por lo que necesitaban en ese momento. Ese mecanismo fue un faro en medio de uno de los períodos más oscuros de la historia del país, que puso en jaque la democracia de la mano del “que se vayan todos”.

Hoy no es ni de casualidad la misma situación por más intereses que haya de uno y otro lado por fogonear inestabilidad alguna. Pero sí es cierto que los sectores informales de la economía fueron arrasados por el combo crisis más pandemia. Allí, en medio de agitadores y necesidades insatisfechas, un sistema similar al trueque se presenta como una alternativa interesante para paliar las dificultades diarias de una economía inestable. Moneda Par, una red que permite intercambiar bienes, servicios y saberes sin tener que usar dinero.

Claro que no se trata de un proyecto nuevo. Moneda Par surgió a fines del 2016 en el seno del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas. "En ese momento Argentina ya atravesaba esta larga crisis económica que continúa hasta hoy. La nueva política monetaria que llevaba adelante el gobierno del entonces Presidente Mauricio Macri, con tasas muy altas de interés y la falta de crédito para sectores populares generaba una gran preocupación. En ese contexto se gestó la idea de crear un sistema monetario complementario, a través del cual todos los sectores que tienen restringido el acceso al crédito tradicional, puedan acceder a formas alternativas y autogestionadas de crédito. Esa fue la motivación”, contó a Data Clave Sebastián Valdecantos, Coordinador Nacional Moneda Par.

Y aclaró: "Para explicar PAR es útil la referencia del trueque,  aunque no fue algo que en ese momento nosotros lo tuviéramos como una referencia. Ninguno de los que estábamos en los inicios veníamos de esa experiencia. No lo pensamos tanto en esa clave, sino en la de otros sistemas parecidos del mundo, como el banco Wir suizo originado en la década del 30’ con la Gran Depresión y que hoy sigue existiendo. Con el tiempo, cuando se empezaron a acercar personas que sí habían vivido el Trueque, empezamos a ver esas similitudes y comprender que existe una línea de continuidad entre esas dos experiencias, a pesar de que hayan pasado 20 de ese momento”.

¿Cómo funciona Moneda Par?

Veinte años no son nada: Moneda Par, una versión 2.0 del Club del Trueque

“Hay distintas dimensiones. En la tecnológica, PAR no tiene nada que ver con el trueque. Justamente, una de las hipótesis que explica la caída de los clubes de trueque es que en algún momento empezó a haber falsificación de créditos del club. Usando blockchain eso no puede pasar. De haber contado con esta tecnología en 2001 o 2002, tal vez la historia hubiera sido diferente”, apuntó Valdecantos..

Cabe señalar que el blockchain se traduce como cadena de bloques: básicamente, se trata de un conjunto de tecnologías que permiten llevar un registro seguro, descentralizado, sincronizado y distribuido de las operaciones digitales, sin necesidad de la intermediación de terceros.

“Pero la experiencia social  es bastante similar, por eso puede hablarse de una línea de continuidad. Porque en definitiva lo que hay es un sistema monetario creado por la comunidad, no un banco, una fintech o el Estado. Y son gestionados por la comunidad y en el contexto de lo que podríamos llamar mercado solidario, donde rigen otro tipo de valores. Ya no la especulación o la maximización de la ganancia individual sino la satisfacción de las necesidades de la comunidad”, explicó el coordinador nacional de Moneda Par.

Asimismo, Valdecantos reforzó la idea y advirtió: “No podemos generalizar y decir que todos los mercados donde funcionan las monedas complementarias son solidarios, pero sí en el caso de Moneda PAR. En su mayoría son personas que si tienen la edad para haber estado en el Club del trueque, estuvieron de manera masiva. Por lo que cuentan quienes vivieron aquella experiencia, en los clubes de trueque había un gran sentido de comunidad, y eso es un elemento común con Moneda PAR”.

Y agregó: “Según un estudio reciente que hicimos sobre los perfiles de los usuarios de Moneda Par, aparecen dos perfiles claros: uno podría resumirse en hombres de poco menos de 40 años, con formación universitaria y más orientado a las ciencias económicas, donde su vínculo es más desde un lugar de coordinación, asistencia a la comunidad o afinidad con el propósito del proyecto; y el otro tipo de perfil, más mayoritario, mujeres de alrededor de 50 años, más cercanas a los sectores populares, y habituadas a realizar diversos tipos de actividades para garantizar su sostén y el de su hogar. Este último perfil está más habituado a la lógica que predomina hoy en PAR: producir para el intercambio en ferias, hacerse de moneda par y poder intercambiarlo luego por otros bienes”.

Se puede comerciar de manera diaria y en ferias con Moneda Par. Para utilizar la billetera virtual, se debe descargar la app desde Google Play. "Solo es necesario ofrecer bienes y servicios a los otros usuarios aceptando PAR a cambio. No hay comisiones sobre las ventas ni tasas de interés, solo se abona un monto fijo de apenas 4 centavos de PAR por transacción para cubrir los costos de la infraestructura tecnológica", explica el sitio web.

 Sucede que los eventos son los que tienen un aspecto más colectivo y mayor impacto, porque es donde se encuentran las personas. “Ahí vive el proyecto. Después cada persona es libre de ponerse en contacto con otras personas que utilizan el sistema para hacer transacciones bilaterales, como si fuera Mercado Pago. La diferencia es que PAR no es una empresa propiedad que ofrece servicios a clientes; en PAR somos una comunidad en donde las vinculaciones entre nosotros se dan a partir de la reciprocidad”, subrayó Valdecantos.

Orígenes de esta moneda social

Veinte años no son nada: Moneda Par, una versión 2.0 del Club del Trueque

“El dinero gobierna al mundo a través de la moneda. A partir de comprender eso empezamos a desarrollar este sistema de Moneda Par, una moneda que construye la comunidad. No hay nadie que venga con dinero a decir “vengo a comprar”. No. El dinero es necesario para intercambiar bienes y servicios. Es el dinero que necesitás para intercambiar lo que producís con otro que produce otra cosa ¿Y qué pasa? Ese dinero está controlado, está regulado, hay como una gran canilla que regula la liquidez que manejan los bancos. Y además nos cobran un interés por ese dinero”, explicó en alguna oportunidad el ideólogo de este proyecto, el fallecido Mario Cafiero.

En cuanto a la raigambre social de la iniciativa, Valdecantos lo explica de la siguiente manera: “El Movimiento de Empresas Recuperadas fue el espacio donde se pensó implementar Moneda Par. Eso no terminó funcionando porque el nivel de integración comercial entre las empresas era muy bajo. Ellos no necesitaban una moneda complementaria. No era que no podían realizar transacciones entre ellas porque tenían problemas de liquidez. Tenían otros problemas. Al no lograr la implementación en ese lugar ni otros espacios de pymes y cooperativas, empezamos a ir a espacios más vinculados a ferias populares”.

Y añade: “El primer lugar donde logramos una implementación concreta fue en Mar del Plata en agosto del 2018. Eso fue el primer movimiento que nos permitió empezar a crear nodos en otros lugares: le siguieron Boedo, Moreno, Gualeguaychú, Luján, Mendoza, Rosario, Traslasierra, San Miguel de Tucumán, Villa Gesell, Posadas. Ese sector social tiene una mayor predisposición a formar alternativas de intercambio que las empresas, a las que les cuesta más salirse de la lógica del peso. La economía informal es más abierta a iniciativas como PAR”.

Respecto de la escasa visibilidad de la propuesta, el coordinador del proyecto indicó: “No tiene difusión porque no lo hacemos de forma activa, no tenemos ningún tipo de soporte ni presupuesto. Se hace todo a pulmón desde el primer día. La página web, las redes y la organización semanal es todo donación de tiempo de las personas que lo integran. Hay algunos aspectos de Moneda Par donde no hemos logrado tener especialistas que trabajen de manera voluntaria o militante. El área de comunicación es una de ellas. Lo hacemos como podemos”.

"En este momento estamos en un proceso de transición. No tenemos ningún tipo de entidad jurídica, pero ya iniciamos los trámites para constituirnos como mutual. Eso puede llevar unos meses, hasta tanto yo soy el coordinador nacional de Moneda Par. Cuando eso esté solucionado, el compañero Pablo Cabo de La Plata va a ser el presidente", remarcó.

Presente y futuro de las monedas sociales

"En Europa hay monedas locales pero responden a otro tipo de motivación porque el contexto económico social es diferente. En América Latina sí, lógicamente hay un contexto parecido a la Argentina y se generan proyectos de características similares. En Uruguay hay uno que utiliza la misma tecnología de Moneda Par. Eso fue puesto a disposición también de Colombia y Ecuador, son sistemas hermanos que vienen funcionando", aseveró Valdecantos.

Y apuntó: "Hay una ambición de que esto va a crecer a futuro. Pero es lento, porque requiere un cambio de mentalidad de las personas. Es algo más a largo plazo. No es algo que va a explotar en los próximos meses ni le va a cambiar la vida de manera material en lo inmediato a los que participan".

"Es una construcción a largo plazo y es lo que explica que Moneda Par siga vigente después de 5 años y con los mismos que lo empezamos. Que lo seguimos empujando más allá de que no es lo que nos da de comer. Lo identificamos como algo necesario y que hay que seguir regando la semilla, la plantita, porque cada vez va a ir creciendo más", subrayó el coordinador nacional de la iniciativa.