Chubut late. Y la calle es la máxima expresión. Tras cinco días de marchas consecutivas, el gobernador Mariano Arcioni anunció este lunes la derogación de la ley de minería y el llamado a plebiscito a nivel provincial para "escuchar a todas las voces del pueblo".

Según pudo saber Data Clave, el vicegobernador Ricardo Sastre, en conjunto con su hermano Gustavo, intendente de Puerto Madryn, se plantaron ante el mandatario provincial para que se revise una normativa que, claramente, impactó de manera negativa en la sociedad. Ante esta situación, el gobernador se vio obligado a cambiar su postura.

"Respeto profundamente a quienes se han manifestado pacíficamente estos días y quiero pedirles de abrir una ventana de tiempo durante la cual nos demos una oportunidad", dijo el gobernador desde su cuenta de Twitter.

Tweet de Mariano Arcioni

Y agregó: "La oportunidad de pensar cómo damos trabajo a quienes no lo tienen, cómo generamos inversiones para industrializar nuestra producción, con qué recursos mejoramos nuestra educación, nuestra seguridad y nuestra salud".

De este modo, Arcioni afirmó que ahora se abrirá "un nuevo proceso de diálogo social con todos los actores involucrados en este proyecto, ya sea que estén a favor o en contra".

Desde temprano había trascendido la posibilidad de que mandatario suspendiera la ley, pero las organizaciones rechazaron esta opción. “¡No queremos suspensión, queremos derogación! Siguen sin entender el clamor del pueblo, no tienen vergüenza. Llamar a plebiscito por la zonificación, proyecto inconstitucional, atravesado por denuncias de corrupción, una burla”, definió Pablo Lada, miembro de la Unión de Asambleas de Comunidades de Chubut (UACCh), mediante su cuenta de Twitter.

La decisión se da tras cumplirse el quinto día consecutivo en que el pueblo salió a expresar su inconformismo con una normativa que provoca, y evoca, por lucha y resistencia, a algunas de las manifestaciones populares más grandes de los chubutenses.

Por estas horas, desde el ejecutivo provincial la pregunta pasa por saber cuánto tiempo durará un reclamo que no conlleva solo el rechazo al proyecto en sí, y sus consecuencias, sino también a la forma en la que se dieron los hechos. Y es que, como aseguran desde el sector político contrario a la normativa, la votación se dio “entre gallos y medianoche”.

La crítica pasa porque no se escuchó al pueblo y es por eso, sostienen, que la votación del miércoles pasado se debió hacer bajo un acuerdo político de silencio en el que consiguieron distintos diputados de diversos bloques políticos. En lo que terminó siendo una ley que logró romper la grieta política pero que también unió al pueblo a la hora de salir a expresar su voz.

En las últimas horas, el radicalismo local había ingresado en la Legislatura un proyecto que buscaba derogar la ley. Pero era, más que nada, una acción simbólica. Nadie estaba dispuesto a borrar con el codo lo votado la semana pasada. 

El procurador provincial Jorge Miquelarena había recordado en las últimas horas que el plebiscito era un camino posible. Y que la promulgación sería automática en caso de apoyo

Lo cierto es que hoy, en Chubut, el clima está espeso. Y las protestas continúan. El gobernador venía de celebrar su primera victoria política en mucho tiempo, luego de que sus candidatos para el Congreso terminaran en cuarto lugar con el 10 por ciento de los votos de la Provincia. Pero todo cambió.

Sin embargo, con esta poca banca popular, el mandatario provincial cumplió con el pedido nacional y antes de que se caiga la ley, consiguió el objetivo de la aprobación gracias a la mano política de su vicegobernador, y eventual contrincante político, Ricardo Sastre. Quien, atento al sentir popular, cambió rápidamente su postura.