A raíz de la creciente inflación y de la falta de recursos primarios, el Gobierno de Alemania adoptará una serie de medidas fiscales que le harían perder al estado unos €10.000 millones pero que beneficiaría a 48 millones de personas.

Se trata de un paquete fiscal que viene trabajando el ministro de Finanzas, Christian Lindner y que ya cuenta con el visto bueno del canciller Olaf Scholz, pero que todavía debe ser validado por el Parlamento. 

En concreto, se trata de una serie de medidas que apuntan a aliviar la carga fiscal de los contribuyentes y de aumentar los subsidios a las familias de menor poder adquisitivo. Como primera medida, Lindner propone una suba del mínimo a partir del cual se aplica la tasa máxima del impuesto a las Ganancias, una medida que impulsó Sergio Massa en su tiempo como presidente de la Cámara de Diputados. Además, habrá un alza del importe de los subsidios familiares.

El ministro alemán, en declaraciones a los medios que fueron reproducidos por agencia APF, subrayó que el Gobierno está "obligado a actuar" ante el encarecimiento de los precios, en particular los de la energía. La medida busca evitar que las personas pasen a una escala superior en el impuesto tras recibir un aumento en sus salarios por la inflación.

Tweet de Christian Lindner

Alemania es uno de los países más golpeados por la crisis energética que produjo la invasión de Rusia a Ucrania. Como contó Data Clave, el país se encuentra reactivando su primera planta de carbón que estaba en situación de "reserva" para destinarla al consumo eléctrico y resguardando el gas ruso de sus reservas de cara al invierno. 

Según Lindner, si no se tomaba dicha medida, unas 48 millones de personas se iban a enfrentar a una suba de impuestos a partir de 2023. “Que el Estado se beneficie (del aumento de los ingresos fiscales) en un momento en que la vida cotidiana se ha encarecido no es justo y, además, es peligroso para la economía”, dijo.

Alemania ya anunció anteriormente otras medidas para aliviar el costo de vida incluyendo bonos por única vez de €300 para enfrentar las facturas de energía, asignaciones únicas de €100 por hijo y una reducción en el precio del transporte público.

Tweet de Christian Lindner

Asimismo, otra medida, que según el Instituto de Estadísticas alemán (Destatis) ayudó a contener la inflación, fue la reducción en los impuestos a los combustibles al mínimo requerido por el reglamento de la Unión Europea.

El último índice de inflación de julio marcó una suba interanual de 7,5%, una leve desaceleración frente al 7,6% del mes anterior, aunque en niveles aún muy elevados ya que el país acostumbraba, tras la reunificación, a índices que oscilaban entre el 1% y el 2% anual.

En el dato de julio sobresalieron los precios de la energía con un incremento de 35,5% y los alimentos que subieron 14,8%.

Frente a la situación, el Gobierno de  Scholz instó a la población a reducir el consumo eléctrico mientras, a largo plazo, busca alternativas como la provisión de Gas Natural Licuado (GNL) de otros países.