Europa es el continente que más casos de coronavirus está registrando diariamente. Enfrenta la tercera de olas de contagios, tras sufrir la segunda ola en el inicio del invierno, meses atrás. 

Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó que “la situación de la región es ahora más preocupante de lo que hemos visto en varios meses", advirtió sobre los “riesgos asociados” a las fechas festivas (en referencia a semana santa), y aseveró que son necesarias “nuevas restricciones”. 

La mayoría de los países del viejo continente han reaccionando en consonancia. Y este jueves y en los últimos días distintos países han resuelto avanzar con nuevas medidas. 

Es el caso de España, que mantiene el toque de queda a partir de las 23 horas y los cierres perimetrales en las Comunidades Autónomas. También Italia, que en los últimos siete días registró un promedio de 20 mil contagios diarios y en miras a la Semana Santa resolvió pasar a “zona roja”, prohibiendo reuniones sociales y viajes en el interior del país.

Emmanuel Macron, presidente de Francia, es de los últimos que ha anunciado restricciones en su país. Fue el miércoles por la noche, al resolver el cierre de escuelas por tres semanas, decretando el toque de queda entre las 19 y las 6 horas y cerrando comercios no esenciales. El promedio de contagios en Francia, en los últimos siete días ha sido de 38.714 nuevos casos.

Días atrás, Angela Merkel y los líderes regionales de Alemania acordaron prolongar las restricciones actuales hasta el 18 de abril. Ahora, se resolvió también que desde este viernes regirá un toque de queda en horarios nocturnos. 

Con un promedio de 4.700 contagios diarios en la última semana, y tras endurecer restricciones (cierre de escuelas, fronteras y comercios no esenciales), Bruselas (capital de Bélgica) decidió movilizar a la policía y a los camiones hidrantes para desalentar concentraciones. 

Dos de los países con peores índices sanitarios en Europa son Polonia y Hungría. En Polonia se anunció un cierre de comercios no esenciales por dos semanas (comenzó el pasado 27 de marzo). En Hungría, en parte, rige -además del cierre de comercios no esenciales- el toque de queda.