“Las cosas se van a poner peor antes de que mejoren”, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al anunciar una serie de medidas para combatir la pandemia del coronavirus. Para justificar su lapidaria frase, adelantó que el país del norte alcanzará las 500 mil muertes de covid-19 el próximo mes, y agregó: “Tenemos el 4% de la población mundial pero el 25% de los casos confirmados y el 20% de las muertes”.

La “Estrategia nacional para la respuesta al COVID-19”, está compuesta por siete puntos principales, entre los que se destaca una campaña de vacunación segura, efectiva y exhaustiva; expandir el uso de la mascarillas, testeos, tratamiento y comunicación; distribuir fondos de emergencia y garantizar la seguridad de la reapertura de escuelas, comercios y turismo.

El diagnóstico y las medidas estuvieron acompañadas, además, por una fuerte crítica a la gestión de Donald Trump en general, y en lo que respecta a la vacunación en particular: “Las vacunas generan mucha esperanza, pero hasta acá el lanzamiento ha sido un estrepitoso fracaso”. 

En ese sentido, ratificó su objetivo de alcanzar los 100 millones de vacunados en sus primeros 100 días de gestión. Para ello, afirmó que “moverán cielo y tierra para vacunar la mayor cantidad de personas de manera gratuita y crear más espacios para aplicar las dosis y también aumentar el suministro de dosis y largarlo a la calle lo más rápido posible”. Al momento, Estados Unidos aplicó sólo el 45% de las dosis que tiene disponible (16,5 millones sobre 36 millones).

Entre otras medidas, todos aquellos turistas que viajen a Estados Unidos deberán presentar un resultado negativo de testeos contra el coronavirus y además deberán realizar una cuarentena.