Los ministros de Economía y Relaciones Exteriores de los países del Mercosur se reunirán este jueves, oportunidad en la que Brasil y Uruguay harán oficial la decisión de bajar el Arancel Externo Común (AEC) y encarar negociaciones con otras naciones por afuera del bloque, más allá de la oposición argentina. 

La reunión, que se iba a hacer de manera presencial en Brasilia, pasó a ser “virtual”, a partir del descontento que le generó al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que su par Alberto Fernández, invitara el viernes pasado a “Lula” da Silva a festejar otro aniversario de la vuelta de la democracia en Argentina. 

En este clima denso, es que Brasil les pedirá a los otros socios del Mercosur que “tomen de manera permanente” la rebaja al 10% que le aplicó al 87% de los productos que están bajo el AEC, según adelantó el secretario de Comercio Exterior del Ministerio de Economía de ese país, João Luis Rossi,  

Además “estamos negociando con los socios para llegar a 100% (de los bienes y servicios) y transformar esa medida (la baja de aranceles), que hoy es de carácter temporario, en una reducción permanente”, dijo Rossi en declaraciones en la Federación de Industrias del Estado de Rio de Janeiro. 

El propio ministro de Economía de Brasil, Pablo Guedes, fue quien dijo a mediados de agosto que, “la diferencia de velocidades” en la apertura económica entre los países del bloque "dejará al Mercosur más parecido con un área de libre comercio", sin AEC, y solo con preferencias internas. 

En tanto, desde Uruguay, su presidente, Luis Lacalle Pou, anunció que encabezará este mes una gira por varios países para buscar acuerdos comerciales que le permitan atraer inversores, entre ellos Qatar, Congo, y el mismo Brasil. 

En la Cámara Española de Uruguay, el mandatario adelantó que durante la cumbre del Mercosur buscará convencer a sus otros socios de ir rumbo a una flexibilización y salir al mundo. 

“Es notorio que algunos países más grandes pueden darse algunos lujos que nosotros no podemos”, dijo Lacalle Pou, en alusión a las restricciones que aplican Argentina y Brasil, para insistir en que “Uruguay es en tanto y cuanto se abra. Y nosotros vamos a abrirnos al mundo. Lo dijimos en campaña y lo estamos haciendo”

“Ya empezamos con China, pero vendrán otros. Uruguay va a jugar en cancha grande y va a ganar en cancha grande. Porque confiamos en los uruguayos. Y ese es el camino que hemos elegido”, remarcó el mandatario. 

Lo cierto es que, en junio, en la última cumbre de mandatarios, previa a la que se realizará el viernes, también de manera virtual, tanto Brasil como Uruguay ya habían manifestado la necesidad de abrir sus economías, ante la negativa de Argentina y el silencio de Paraguay. 

Pero no todas son “pálidas” para Argentina. Bolsonaro anunció que “estamos en negociaciones” para comprar gas de Vaca Muerta, el cual “saldrá algún día, porque no es fácil empezar a importar gas, crear, y construir los ductos”, algo que suena muy favorable para un país que requiere inversiones. 

De esta manera, muy lejos quedó marzo, cuando se cumplieron los 30 años de la confirmación del bloque regional y Fernández “invitó” a “dejar el barco” a aquellos que sentían como “un lastre” el Mercosur, como había sugerido Lacalle Pou.