Se inició en el Senado el cuarto juicio político en la historia de Estados Unidos y el segundo contra el ex presidente Donald Trump. Este martes se votará la constitucionalidad del proceso, que estaría consensuado entre los legisladores demócratas y los republicanos. 

Este impeachment, el primero contra un expresidente, acusa a Trump por “incitación a la insurrección” tras la invasión al capitolio ocurrida el pasado 6 de enero, previo a la asunción de Joe Biden. La Cámara de Representantes fue quien inició el proceso con su aprobación, pero el escenario es distinto en la Cámara Alta, donde los demócratas no contarían con el respaldo suficiente para avanzar con la iniciativa.

Este martes se inicia entonces con este proceso, en el cual se escuchará primero a los “managers”, congresistas demócratas que cumplen el rol de fiscales y que argumentarán a favor del juicio político. La defensa tiene 16 horas en estos dos días para presentar su caso. Al momento, la postura que prima en el entorno del expresidente es la de deslegitimar este proceso. 

Mitch McConnell, líder republicano, aseguró que el acuerdo alcanzado entre ambos partidos permitirá dar un "proceso justo y un cronograma estimado para el próximo juicio en el Senado que les dará a los senadores como jurados tiempo suficiente para recibir el caso y los argumentos".

Si no se convocan a testigos, el proceso podría culminar la próxima semana. El anterior juicio político a Trump, que fracasó en el Senado, se extendió por tres semanas. No obstante, no hay ningún tiempo determinado. 

Para que avance la condena contra Trump, el impeachment debe ser aprobado por dos tercios del Senado. Es decir, 67 de los 100 legisladores. Actualmente la cámara está ocupada por 50 senadores de cada partido, y no hay certezas respecto a qué 13 republicanos avancen contra el expresidente. Si se aprueba, el Senado podrá acordar una segunda votación para prohibirle ocupar cargos públicos en el futuro.