En su primera salida fuera del Vaticano tras la operación de colon a la que se sometió el 4 de julio, el papa Francisco iniciará mañana un viaje de cuatro días a Hungría y Eslovaquia durante el que hablará a toda Europa de temas sociales y políticos, como la inmigración y los puentes interreligiosos, y en el que tendrá un breve encuentro con el premier húngaro, Viktor Orban, considerado una contracara de los mensajes papales dentro del cristianismo.

Con reuniones ecuménicas, interreligiosas y con distintos actores sociales en la agenda, los cuatro días de viaje estarán conectados por discursos "a toda Europa desde el corazón de Europa", y con mensajes de aliento a las comunidades judías de los dos países, perseguidas durante el nazismo.

Por otro lado, y más allá de ser el primer viaje tras la operación del Papa del 4 de julio pasado, "no hay medidas particulares" de parte del Vaticano para la salud papal además de las "tradicionales" consideraciones, como la presencia de un médico a bordo, según planteó el vocero Matteo Bruni.

De todos modos, el propio Francisco reconoció en una entrevista a inicios de mes que lleva una "vida normal" luego de que le extirparan 33 centímetros de intestino. De hecho, el programa del viaje, en el que dará 12 discursos en cuatro días y tendrá jornadas como la de mañana de más de 12 horas de actividades, confirma su buena recuperación.

Francisco saldrá desde el aeropuerto Fiumicino de Roma el domingo a las 6 de la capital italiana y llegará a la capital húngara, Budapest, tras 1 hora y 45 minutos de vuelo.

El viaje que inicia este domingo será el último que el Papa hará con Alitalia, la compañía italiana que a partir del 15 de octubre cerrará sus operaciones y dejará de ser la aerolínea papal exclusiva que acompañó todos los viajes de pontífices fuera de Italia desde 1968.

En su trigésimocuarto viaje internacional como Papa, el pontífice iniciará el viaje con una visita de menos de siete horas en Budapest, para participar de la misa de cierre del 52 Congreso Eucarístico Internacional que se desarrollará en la capital húngara.

Según planteó el vocero Bruni en una reunión informativa con los medios, el carácter del viaje tiene una matriz "espiritual, de peregrinación a la virgen y de visita a las comunidades cristianas de estos países, que sufrieron un régimen supranacional totalitario" durante el siglo XX.