En las últimas horas se encendió la alarma en el gobierno de Estados Unidos que encabeza Joe Biden. Sucede que un grupo de hackers desconectó por completo y robó más de 100 gigabytes de información del Oleoducto Colonial, que transporta más de 2,5 millones de barriles por día, el 45% del suministro de diésel, gasolina y combustible que consumen los aviones de la costa este.

Según analistas del mercado petrolero, como consecuencia, es probable que los precios del combustible aumenten entre un 2% y un 3% el lunes, pero el impacto será peor si el "apagón" del oleoducto se prolonga por mucho más tiempo.

La red de oleoductos afectada es la más grande de EEUU y a raíz del ataque quedó inactiva desde el viernes a la noche.

Desde el Ejecutivo estadounidense trabajaban hasta ayer a la noche para restablecer el servicio, pero ante las continuas fallas de las líneas principales, el gobierno decidió decretar el estado de emergencia para facilitar el transporte del combustible por otros medios.

"Dicha emergencia es en respuesta al cierre inesperado del sistema de oleoductos Colonial debido a problemas de la red que afectan el suministro de gasolina, diésel, combustible para aviones y otros productos refinados del petróleo en estados afectados" señalaron en un comunicado desde la declaración del Departamento de Transporte.