La desaparición del periodista británico Dom Phillips, un habitual colaborador del diario The Guardian, puede terminar por convertirse en un problema diplomático para Brasil, aunque no sea un tema que preocupe al presidente Jair Bolsonaro, ese exmilitar tosco que llegó al Ejecutivo del país más grande de América del Sur .

Dom Phillips y el especialista brasileño en pueblos indígenas Bruno Pereira desaparecieron el domingo 5 en plena selva en el valle de Yavarí, un área fronteriza con Colombia y con Perú, donde el reportero realizó entrevistas a los indígenas que intentan evitar las incursiones de cazadores y pescadores furtivos, madereros y narcotraficantes. 

Poco sensible como se lo ve, Bolsonaro caracterizó a Phillips y Pereira como “aventureros”, durante la semana que pasó. “Dos personas en una lancha, en una región así, completamente salvaje, es una aventura nada recomendable. Puede pasar cualquier cosa”, dijo el mandatario el martes 7.

“Puede ser un accidente, puede que hayan sido ejecutados”, añadió el presidente brasileño antes de viajar a la Cumbre de la Américas y dijo esperar que los encontraran pronto.

Los dos hombres tenían previsto viajar el domingo en lancha por el río Itaquí hacia un poblado situado en la frontera con Perú, al que pensaban llegar durante la noche. Nadie sabe nada de ellos desde entonces. El día anterior se habían cruzado con un grupo de hombres armados, que los habrían amenazado.

“En los últimos tres días, varios equipos de búsqueda, desde grupos indígenas hasta la Marina brasileña, han rastreado la zona; políticos y personalidades brasileñas han pedido más medidas para encontrar a los hombres; y su desaparición ha sido noticia en los periódicos matutinos y en los noticieros nocturnos de todo el país”, consignó el diario norteamericano The New York Times, al hacerse eco de la historia.

El periodista era también colaborador habitual del diario más importante de los Estados Unidos, donde publicaba artículos sobre las disputas en la selva amazónica, entre quienes buscan su protección y los que quieren su explotación económica a cualquier precio. Pereira, a su vez, se dedicaba a la protección de los grupos indígenas que viven en la región.

“Por mucho tiempo, la violencia ha sido común en el Amazonas, pero ha sido en gran parte entre los lugareños. Desde 2009 hasta 2020, hubo 139 asesinatos de activistas y defensores del medioambiente en la Amazonía, según datos recopilados por un proyecto periodístico llamado Tierra de Resistentes. Pero casi ninguno de esos ataques fue contra funcionarios del gobierno brasileño o periodistas que eran forasteros en la región”, consigna el mismo diario.

La brasileña Alessandra Sampaio, esposa del periodista británico, pidió entre lágrimas “intensificar las búsquedas”, en un video divulgado por TV Bahia. La hermana del reportero, Sian Phillips, también reclamó en un video que circuló en las redes sociales a las autoridades  brasileñas que hicieran “todo lo posible. El tiempo es crucial”.

Pero al parecer los esfuerzos no han sido suficientes. Un grupo de colegas de Pillips publicaron una carta en medios de Brasil en la que pidieron que se dispusieran más recursos para buscar a los dos hombres.

"Las autoridades brasileñas no deben perder ni un segundo más en la búsqueda de Dom Phillips y Bruno Pereira. Instamos al presidente Bolsonaro a desplegar todos los recursos disponibles para encontrarlos con vida. Cada segundo podría resultar crucial para traerlos de vuelta a salvo con sus seres queridos", dijo a su vez Amnistía Internacional en un comunicado.