(De la redacción de DATA CLAVE) El gobierno de Israel tomó medidas de endurecimiento de la cuarentena por un rebrote de casos de coronavirus. Si bien la mayoría de los casos no requieren atención hospitalaria, las cifras son preocupantes y siguen en aumento.

El país de Medio Oriente tiene más de 47 mil casos casos de COVID y casi 400 muertes. Según Agencia Judía de Noticias, de los 183 pacientes graves, 54 están conectados a respiración artificial, y el resto en condiciones moderadas.

Esta situación llevó al gobierno a tomar medidas restrictivas para frenar la curva. Se da en un momento de tensión con la población tras una importante movilización hace unas semanas en la Plaza Rabin, de Tel Aviv, para pedir medidas económicas por la pandemia.

Entre esas restricciones, limitaron los horarios de los comercios y solamente podrán permanecer abiertos hasta las 17; y los restaurantes volverán al sistema ‘take away’ y sin poder recibir gente. En cuanto al entretenimiento, se limitarán los gimnasios y las playas únicamente estarán disponibles los fines de semana.

Además las oficinas gubernamentales funcionarán solo con el 50% del personal, la otra mitad trabajará desde sus hogares. Se reducirá la atención al público. Se cerrarán los comedores en lugares de trabajo.

En este marco el primer ministro Binyamin Netanyahu expresó que "sin restricciones llegaremos a los 1.600 internados en grave estado en las próximas tres semanas". "Tenemos que tomar una decisión, incluso sea difícil", añadió.