En la madrugada del 8 de diciembre las calles de Damasco fueron testimonio de la caída del régimen de Bashar al-Assad. Las fuerzas rebeldes, lideradas por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), ingresaron a la capital siria. La falta de apoyo de Rusia fue determinante para el final abrupto, el líder turco Recep Erdogan también se habia inclinado por los rebeldes.

El hasta ahora presidente Bashar al-Assad, que dominó Siria por más de cinco décadas, se escapó de la capital a un destino desconocido. Según la agencia Reuters, Al Assad salió de Siria en un avión privado desde el aeropuerto internacional. Los rebeldes aseguraron en la madrugada del domingo tener bajo su control Damasco y que el Presidente había abandonado el país.

El mensaje de los líderes de HTS fue difundido desde la estación estatal de televisión y a través de Radio Damasco. Allí declararon haber puesto fin al régimen de Bashar al Assad y liberado a los prisioneros políticos.

El líder del grupo, Abu Mohammed al-Jolani, ordenó a sus fuerzas que no se acerquen a las instituciones públicas afirmando que permanecerán bajo la supervisión del primer ministro hasta que sean entregadas "oficialmente".