Brasil entra en sus últimas horas de campaña antes de que llegue el domingo y se lleven a cabo las elecciones presidenciales, un evento político que observará toda la región y donde pondrá especial atención la Casa Rosada pensando en 2023.

El actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro y su contrincante Lula da Silva, cerraron sus campañas proselitistas en la ciudad de San Pablo, la más grande del país y la que puede definir una elección en unos comicios donde están habilitados para votar más de 150 millones de brasileños.

Bolsonaro encabezó una caravana en moto en la zona norte de esa ciudad junto a los candidatos locales a diputados y al empresario Luciano Hang, el magnate dueño de las tiendas de productos importados Havan. "Hay muchas manifestaciones en todo Brasil de autos, motos, de diversos sectores de la sociedad. Es imposible que no tengamos al menos el 60% de los votos. Espero que así sea", señaló el actual presidente.

Tweet de Leo Gonure

Bolsonaro también reunió a influencers en TikTok para registrar el momento y viralizar la movilización. Sin ir más lejos, uno de los personajes que apoyó su reelección es Neymar, el futbolista estrella de la Selección de Brasil.

Por su parte, Lula prefirió participar de una caminata con la militancia en la Avenida Paulista, principal arteria de San Pablo, en la que saludó a la multitud desde arriba de una camioneta y luego bajó con sus feligreses para ser llevado en andas, un clásico del expresidente brasileño.

"Primera vuelta, primera vuelta", cantaban los militantes del frente opositor, que aspiran a evitar un balotaje en las elecciones de mañana, lo que podría complicar claramente que Lula se imponga ante Bolsonaro, que pese a la pandemia y la gestión todavía sostiene una imagen considerablemente positiva.

Según las últimas encuestas, Lula estaría en condiciones de ganar en primera vuelta, al obtener 50% de los votos válidos, contra 36% de Bolsonaro.

Las elecciones del domingo

Será la novena elección presidencial de la historia moderna de Brasil desde el fin de la dictadura (1964-1985) y la sexta en la que participará Lula (1989, 1994, 1998, 2002, 2006 y 2022) teniendo en cuenta que en 2018 estuvo registrado, pero luego fue proscripto por tener una condena.

El Tribunal Superior Electoral pretende informar los resultados de partir de las 17, cuando cierren los centros de votación y comiencen a ser cargados en tiempo real los números de las urnas electrónicas que se usan desde 1996 y distribuidas en los 27 estados.

Están habilitados para votar 156,4 millones de personas y el voto es obligatorio para los ciudadanos de entre 18 y 69 años y opcional para los que tienen 16 y 17 y los mayores de 70. El Tribunal contabiliza apenas los válidos para elegir presidente, es decir, no incluye a los sufragios en blanco o los anulados.

En Brasil, un candidato necesita más del 50% de los votos para ganar la presidencia en primera vuelta y esto vale también para los 27 gobernadores que deberán ser elegidos en estas elecciones.

Los comicios serán claves porque también se deciden a los 513 diputados de la Cámara baja y a 27 de los 81 senadores nacionales, a la vez que se renuevan las asambleas legislativas de los estados.