Ya cerrados los comicios y con los resultados preliminares, la ultraderecha de Marine Le Pen sufrió hoy un revés en la primera vuelta de las elecciones regionales en Francia, donde la oposición de derecha moderada consiguió una cómoda victoria a menos de un año de las presidenciales, con una abstención récord de dos tercios del padrón.

"Es posible una remontada antes de la segunda vuelta del próximo domingo", reaccionó el vicepresidente del partido ultraderechista Reagrupación Nacional (RN), Jordan Bardella, en la televisora TF1 .

Cabe señalar que la votación se retrasó tres meses debido a la crisis sanitaria producto de la pandemia del coronavirus. Ahora, tendrá balotaje el próximo domingo ya que ningún candidato superó el 50% de los votos en esta primera ronda.

El dato de la jornada es que la gran mayoría de los sondeos daban como favorito a la ultraderecha, pero el partido nacionalista y antiinmigración francés no se impuso en ninguna de las seis regiones de las 13 para las que se disponía de estimaciones esta noche (la tarde en la Argentina).

Los partidos conservadores, representados por Los Republicanos, conseguían 29% de los votos, seguidos por la ultraderechista RN, de Le Pen, con 18,5%, según la agencia de noticias AFP. En tercera posición se situaba el Partido Socialista (PS), el más votado en las cinco regiones que ya gobernaba, con 18%.

Al igual que a la formación de Le Pen, al partido presidencial, La República en Marcha (LREM), tampoco le fue bien y sus probabilidades de ganar una región eran casi nulas. Los partidos centristas afines al presidente Emmanuel Macrón, con LREM a la cabeza, sumaban apenas 10% de votos y no estaban presentes en todas las regiones.

Además, quedó eliminado de la segunda vuelta en Occitania, Auvergne-Rhone-Alpes y, sobre todo, en Hauts-de-France, donde el ministro Laurent Pietraszewski obtenía entre 7,3% y 9,1%, a pesar de la presencia de otros cuatro miembros del gobierno en su lista.

"No voy a andarme con rodeos: sí, por supuesto que estamos decepcionados por haber conseguido este resultado", confesó el jefe del partido presidencial, Stanislas Guerini, a la radio RTL.

Con apenas cuatro años de existencia, la formación de Macron no logró implantarse a nivel local, aunque puede ser decisiva en la segunda vuelta para impedir el ascenso de la ultraderecha. Hace seis años, la derecha y el centro consiguieron siete regiones y los socialistas cinco, pero desde entonces, estas grandes fuerzas de gobierno perdieron fuerza a nivel nacional. Por último, el partido Europa Ecología-Los Verdes (EELV), que había conseguido buenas cifras en las elecciones municipales de 2020, no logró obtener esta vez los mismos resultados.

No obstante, si se analizan los partidos por afinidad, el arco de izquierda, que contempla a La Francia Insumisa, al Partido Comunista Francés, a Europa Ecología-Los Verdes (EELV) y al Partido Socialista, podría sumar aproximadamente 34,3% de los votos.

Otro dato llamativo de esta primera jornada electoral fue el récord en la abstención de los votantes, que superó el 66%, según estimaciones de varios sondeos. Se trataría de 16 puntos más que hace seis años, cuando se abstuvo de participar 50,09% en las elecciones regionales, o de 13 más que en 2010, cuando el ausentismo fue de 53,67%.

Antes de los comicios, la Reagrupación Nacional (RN), de Marine Le Pen, encabeza los sondeos en seis de las 13 regiones metropolitanas, impulsada por el rechazo de los partidos tradicionales y por el miedo provocado por los atentados yihadistas, según consigna la agencia de noticias AFP.

Al igual que en Argentina, los grupos políticos de derecha empiezan a tener relevancia como producto de la crisis social por el covid, situación que potencia una sensación de hartazgo político por la falta de empatía de ciertos sectores.

La votación, que se retrasó tres meses debido a la crisis sanitaria, se celebrará durante dos domingos consecutivos, ya que en caso de que alguno de los candidatos no obtenga más del 50% de los votos en la primera ronda, se realizará un balotaje el 27 de junio.