El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a poco de que Lula da Silva presentara su candidatura a la presidencia, mostró enojo por el aumento del gasoil y echó a Bento Albuquerque, ministro de Minas y Energía y uno de los dirigentes de su confianza.

El primer mandatario brasileño, en un intento de despegarse de las políticas que desplegó a lo largo de su gestión, dio un volantazo al interior de su gabinete para relanzar su figura, con la misión de ser reelecto el próximo 2 de octubre, algo que parece complejo según las encuestas.

La salida de Albuquerque fue publicada este miércoles en el Diario Oficial de la Unión, y en su lugar asumirá Adolfo Sachsida, que deja el cargo de asesor especial del ministro de Economía, Paulo Guedes. En cuanto a su perfil, se manifestó como un defensor de la política de paritarias cero para los empleados públicos y de la no intervención estatal en la política de precios de la compañía pública petrolera Petrobras.

Bolsonaro reemplazó así a uno de los militares de su gabinete, que lo acompañaba desde 2019 y que era considerado uno de los principales nombres de su gestión, en el marco de las críticas hacia su propio gobierno y a Petrobras por la política de precios que siguen la cotización internacional del crudo en dólares y son repasadas para el consumidor interno.

El jueves pasado Bolsonaro había pedido a Petrobras y al Ministerio de Minas y Energía frenar la ola de aumentos "porque Brasil va a quebrar con otro ajuste", algo que no ocurrió. Esta semana, Petrobras aplicó un aumento del 8,9 por ciento en el gasoil.

Jair Bolsonaro, junto a Bento Albuquerque, el ahora exministro de Energía y Minas
Jair Bolsonaro, junto a Bento Albuquerque, el ahora exministro de Energía y Minas

En abril, Bolsonaro cambió al presidente de Petrobras descontento con las políticas de precios, sobre todo después del récord e inflación mensual para marzo, el mayor desde 1994. "Ministro Bento Albuquerque, José Mauro Ferreira (presidente de Petrobras), no pueden aumentar el precio del gasoil. Van a quebrar a Brasil, yo no puedo intervenir pero ustedes tienen ganancias y tienen marcado un rol social de Petrobras en la Constitución", había dicho Bolsonaro.

De alguna forma, los últimos meses de Jair Bolsonaro muestran algunas similitudes con lo que fue el gobierno de Cambiemos, presidido por Mauricio Macri. En el último tiempo, el ahora expresidente se vio obligado a tomar medidas que van en contra de su espíritu, como la imposición del cepo, algo que levantó durante su inicio de gestión.

La campaña electoral también está marcada por la inflación y la política petrolera: el candidato opositor Luiz Inácio Lula da SIlva prometió cambiar la política de precios de Petrobras y retomar los subsidios que durante 14 años aplicaron los gobiernos de su Partido de los Trabajadores.

La política de precios internacionales fue inaugurada en 2016 cuando fue destituida Dilma Rousseff y asumió Michel Temer, cuyos lineamentos continúan bajo el bolsonarismo.

El nuevo ministro de Energía, el ultraliberal Sachsida, fue asesor de Asuntos Estratégicos del ministro Guedes y es uno de los principales teóricos en haber defendido la no intervención en el precio del gas de garrafa para las familias.