Donald Trump volvió a autoproclamarse como el gran pacificador del planeta. En medio de una de las tensiones más peligrosas de los últimos tiempos entre Irán e Israel, el exmandatario estadounidense aseguró este domingo que “pronto tendremos paz” entre ambas naciones gracias a su intervención negociadora. Lo dijo en su red social, Truth Social, donde suele lanzar mensajes altisonantes dirigidos tanto a sus seguidores como a sus adversarios.

En el mensaje, Trump se posicionó como un actor central en los intentos de desescalar el conflicto actual, que es considerado por analistas como el enfrentamiento directo más grave entre Teherán y Tel Aviv. “Se están llevando a cabo muchas llamadas y reuniones. Hago mucho y nunca recibo crédito por nada, pero no importa, la gente lo entiende. Hagamos que Oriente Próximo sea grande otra vez”, lanzó, sin ocultar su estilo habitual.

Durante las últimas 48 horas, Trump intentó despegarse de los bombardeos lanzados por Israel, que recrudecieron la crisis militar en la región. Mientras que el viernes había dado a entender que estaba al tanto de las operaciones, el domingo se desmarcó: dijo que no tuvo nada que ver con los últimos ataques. Del otro lado, Irán lo acusó de haber respaldado tácitamente los bombardeos, y de haber saboteado indirectamente las negociaciones nucleares entre Washington y Teherán.

En plena tensión global, Trump asegura que la paz entre Irán e Israel llegará gracias a sus gestiones

El expresidente norteamericano también apeló a su propio archivo para destacar sus presuntas capacidades diplomáticas. “Irán e Israel deberían llegar a un acuerdo, y lo harán, tal como logré que lo hicieran India y Pakistán”, sostuvo, al comparar la guerra latente en Medio Oriente con el conflicto entre potencias nucleares en la región del Cachemira.

El presidente estadounidense agregó que en su primer mandato, logró frenar tensiones similares en otros puntos calientes del mapa global. “Serbia y Kosovo se enfrentaban acaloradamente, como lo han hecho durante décadas, y este conflicto de larga data estaba a punto de estallar en una guerra, pero yo los detuve”, relató. También se adjudicó un rol clave en la disputa entre Egipto y Etiopía por la gigantesca presa que amenaza el caudal del río Nilo.

“Hay paz, al menos por ahora, gracias a mi intervención, y así seguirá”, cerró el líder republicano, convencido de que su estilo frontal y disruptivo es lo que puede hacer la diferencia en un escenario donde Estados Unidos todavía no definió con claridad su postura frente a la escalada.