El papa Francisco llegó este sábado a Grecia desde Chipre para iniciar la segunda parte de su gira por el Mediterráneo, dentro de la que visitará la isla de Lesbos, símbolo de los refugiados, y con la que busca llamar la atención de Europa para una política migratoria más abierta.

El pontífice aterrizó en el aeropuerto de la capital, Atenas, a las 11.04 locales (6.04 de Argentina) a bordo de un avión de Aegean para empezar una visita al país helénico que incluirá actividades en la capital considerada la "cuna de la democracia".

En su primer discurso en Grecia, Francisco pidió al mundo una "buena política" que actúe como "antídoto a las polarizaciones" y al "escepticismo" frente a un "retroceso de la democracia".

"Aquí grandes historiadores se apasionaron narrando las historias de los pueblos cercanos y lejanos. Aquí, según la conocida afirmación de Sócrates, tuvo comienzo el sentirse ciudadanos no sólo de la propia patria, sino del mundo entero", planteó el pontífice al reunirse en la capital griega con la sociedad civil y el cuerpo diplomático acreditado en el país europeo, en la segunda etapa del viaje que inició el jueves en Chipre.

En un discurso con citas a los pensadores clásicos y referencias a la literatura griega, Jorge Bergoglio destacó la historia de la capital helénica y aseguró: "Aquí nació la democracia. La cuna, milenios después, se convirtió en una casa, una gran casa de pueblos democráticos: me refiero a la Unión Europea y al sueño de paz y fraternidad que representa para tantos pueblos".

"Sin embargo, no se puede dejar de constatar con preocupación cómo hoy, no sólo en el continente europeo, se registra un retroceso de la democracia", planteó luego, en medio de la gira mediterránea con la que busca llamar la atención de Europa para una política migratoria más abierta.

"Para que el bien sea realmente participado, hay que dirigir una atención particular, diría prioritaria, a las franjas más débiles. Esta es la dirección a seguir, que un padre fundador de Europa indicó como antídoto para las polarizaciones que animan la democracia, pero que amenazan con exasperarla", indicó.

En su discurso, pidió además que esa "participación" sirva como motivación en otros frentes como clima, pandemia, mercado común "y sobre todo en las pobrezas extendidas".

"Son desafíos que piden colaborar de manera concreta y activa, lo necesita la comunidad internacional, para abrir caminos de paz a través de un multilateralismo que no sea sofocado por excesivas pretensiones nacionalistas", dijo.

Por la tarde, el Papa se reunirá con el Patriarca Jerónimo II, arzobispo de Atenas y de toda Grecia y maxima figura ortodoxa del país, al que visitará en la sede del arzobispado local. Luego, dedicará sus encuentros al mundo católico, cuando encuentre a obispos, sacerdotes y religiosos varios en la Catedral de San Dionisio y luego mantenga una reunión privada con jesuitas en la Nunciatura.

El domingo, el Papa irá a Lesbos, la isla que ya visitó en abril de 2016, y en la que recorrerá un centro de refugiados, tras haber considerado durante su paso por Chipre que muchos de los lugares para inmigrantes se parecen a campos de concentración, por las duras condiciones que deben afrontar las personas que son trasladadas a ellos.