Luego de varios repliegues en el campo de batalla, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, una vez más amenazó con recurrir a las armas nucleares. "En caso de amenaza a la integridad territorial de nuestro país y para defender a Rusia y a nuestro pueblo, sin duda haremos uso de todos los sistemas de armas de que disponemos. No es un juego", dijo.

Esta no es es la primera vez que Putin desliza la posibilidad de recurrir a las armas nucleares desde el inicio de su invasión de Ucrania en febrero, pero la declaración pública encendió las alarmas a nivel internacional ante un posible ataque. Algunos medios de comunicación rusos ya barajan el eventual uso de armas nucleares. “Armagedón Táctico: Expertos evaluaron la posibilidad de una ´guerra nuclear limitada´ entre Rusia y la OTAN”, tituló el matutino ruso MK.

En este sentido, el secretario de Estado, Antony Blinken, advirtió que las "temerarias amenazas nucleares de Rusia deben cesar inmediatamente"; mientras que el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, sostuvo que cualquier uso de armas nucleares "tendrá consecuencias catastróficas para Rusia, que Estados Unidos y nuestros aliados responderemos de manera decisiva”.

Las denominada armas nucleares "tácticas" son pequeñas bombas con un poder explosivo que va desde 0,3 hasta 100 kilotones, comparadas con los 1,2 megatones de la mayor cabeza nuclear estratégica estadounidense o con la bomba de 58 megatones probada por Rusia en 1961, según explicaron agencias internacionales.

Estas amenazas se dan al mismo tiempo que se realiza la 66° Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en la que participa el canciller Santiago Cafiero. Durante el evento, los representantes de los 175 estados miembros plantearán cuestiones vinculadas al uso pacífico de la tecnología nuclear, la seguridad nuclear y la No Proliferación Nuclear.