Un grupo de dieciséis legisladores demócratas le enviaron un pedido a la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, para que la funcionaria respalde una revisión destinada a poner fin a la política de sobrecargos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El organismo cobra sobretasas a los países que, como Argentina, tuvieron préstamos extraordinarios superiores a su cuota de participación. Esto representa un costo de US$ 1.000 millones anuales para nuestro país.

En una carta enviada este lunes a Yellen y firmada por representantes como Jesús García y Alexandria Ocasio-Cortez, los legisladores calificaron la política como "injusta y contraproducente" y dijeron que restaba a los países los recursos necesarios para combatir la pandemia de Covid-19.

El reclamo de los legisladores de los Estados Unidos va en línea con la propuesta que el presidente Alberto Fernández realizó en la cumbre del G20 en Roma y que fue rechazada por la Casa Blanca cuando se trató en la última reunión del board del FMI.

"En un momento en que los países de todo el mundo deberían concentrarse en esta crisis de salud pública, estos recargos desvían miles de millones de dólares a los bolsillos del FMI aquí en Washington e impiden una recuperación equitativa", dijo García en un comunicado enviado a Reuters.

La carta, confirmada por Reuters, decía que la política también podría aumentar el riesgo de incumplimientos de deuda soberana. Argentina sería el país más beneficiado si el FMI decide eliminar sobrecargos ya que se espera que desembolse US$ 3.300 millones de dólares en recargos. Sin embargo, en la última junta ejecutiva del FMI no se logró consenso sobre el tema.

El Gobierno argentino negocia todavía con el FMI para refinanciar US$ 45.000 millones que le debe al organismo, firmado por el Gobierno anterior de Mauricio Macri en 2018. La principal diferencia tiene que ver con el sendero fiscal de los próximos años.

Los miembros de la junta ejecutiva del FMI discutieron el mes pasado el asunto de los recargos, ahora la mayor fuente de ingresos del Fondo, y algunos integrantes se mostraron a favor de un alivio temporal, mientras que otros no veían la necesidad de revisar la política

En un comunicado, el FMI indicó que “algunos de los directores estaban abiertos a explorar el alivio de recargos temporales para ayudar a los miembros prestatarios a liberar recursos para abordar los desafíos económicos y de salud que plantea la pandemia”.

En concreto, Alemania, Francia y Gran Bretaña están abiertos a revisar la política de recargos del FMI, pero Estados Unidos, el principal contribuyente del Fondo, se ha opuesto a la medida.