El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este domingo que hay que "reconstruir el alma del país", en su primer discurso tras imponerse en el balotaje.

"La bandera verdeamarilla no le pertenece a nadie", manifestó y añadió: "Nuestro compromiso es terminar con el hambre otra vez. No podemos aceptar como normal que millones no tengan que comer. Los principales problemas pueden resolverse con diálogo y no con fuerza bruta".

Y continuó: "Vamos a restablecer el diálogo para luchar contra el hambre y con el Legislativo, sin intentar cooptar, sino reconstruir la convivencia armoniosa y republicana". "Haremos que los brasileños desayunen, almuercen y cenen todos los días”, aseveró.

“Me considero un ciudadano que ha vivido un proceso de resurrección. Intentaron enterrarme vivo y aquí estoy”, manifestó Lula, quien estuvo preso 280 días por una pena por corrupción que luego fue anulada.

En otro tramo de su discurso, el candidato del Partido de los Trabajadores prometió luchar por la deforestación cero en la Amazonia y dijo que retomará el control de las actividades ilegales en esa región, donde promoverá el desarrollo sustentable.

"Brasil y el planeta necesitan de una Amazonia viva. Un árbol en pie vale más que la deforestación, el río limpio vale más que todo el oro extraído con las aguas contaminadas por mercurio", concluyó.