En una decisión controvertida, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, decidió convertir a la antigua basílica bizantina de Santa Sofia, ubicada en Estambul, en mezquita por decreto y se abrió el debate.

"Se ha decidido que Santa Sofía será colocada bajo la 'administración de Diyanet' [Autoridad de Asuntos Religiosos] y será reabierta a las oraciones", anunció Erdogan en un comunicado que publicó en Twitter.  

La UNESCO manifestó su malestar por la decisión que involucra al edificio histórico considerado Patrimonio de la Humanidad.

"Lamentamos profundamente la decisión de las autoridades turcas, adoptada sin diálogo previo, y pide que se preserve la universalidad del Patrimonio Mundial", expresa la UNESCO en un comunicado de prensa.

“Santa Sofía es una obra maestra de la arquitectura y un testigo excepcional de los intercambios entre Europa y Asia a lo largo de los siglos. Su condición de museo refleja la universalidad de su patrimonio y lo convierte en un poderoso símbolo de diálogo", declaró la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.

Por su parte, las autoridades de Grecia, consideraron la decisión como una “provocación directa al mundo civilizado” y hacia aquellos que reconocen el único valor y la ecuménica naturaleza del monumento”

La basílica fue convertida en museo en 1934 por un decreto ministerial que fue anulado hoy por una decisión del máximo tribunal administrativo turco, el Danistay, informa la web Deutsche Welle. Construida en el siglo VI, el edificio ya había sido una mezquita durante el Imperio Otomano. 

Según explicó el medio alemán, el tribunal tomo la decisión por unanimidad en respuesta a una demanda judicial de una asociación creada para este efecto por un ciudadano turco, Ismail Kandemir, que lleva décadas interponiendo denuncias administrativas para revertir el estatus del edificio, aunque todas las anteriores fueron rechazados por el propio Danistay.