El Gobierno de Perú tuvo este martes su primera baja con la renuncia del canciller Héctor Béjar, a horas de haber abierto una áspera polémica por unas declaraciones de febrero en las que atribuyó a la Marina de Guerra el inicio del "terrorismo" en el país, lo que multiplicó los cuestionamientos de la oposición, que de por sí ya lo criticaba por su pasado guerrillero.

La salida de Béjar fue anunciada por la Secretaría de Comunicación Estratégica y Prensa del Despacho Presidencial y se produjo un día después de su reunión con el presidente Pedro Castillo y apenas horas más tarde de que el jefe de Gabinete, Guido Bellido, publicara un mensaje que adelantaba que el Gobierno tendría "los cambios para la marcha del país".

"El terrorismo en Perú lo inició la Marina y eso se puede demostrar históricamente. Estoy convencido, aunque no puedo demostrarlo, que Sendero Luminoso ha sido en gran parte, producto de los servicios de la CIA y la Inteligencia norteamericana. No puedo demostrarlo, pero estoy convencido de eso", expresó en febrero el ex funcionario.

La propia Marina de Guerra del Perú fue la primera en manifestar su rechazo y advertir que esa falsa afirmación atenta contra el honor de quienes formaron parte de esta institución y lucharon contra Sendero Luminoso.

"La Marina de Guerra del Perú rechaza la afirmación antes referida, carente absolutamente de veracidad; la misma que constituye una afrenta contra los hombres y mujeres que lucharon y continúan luchando contra la delincuencia terrorista, contras las viuda, huérfanas y deudos víctimas de esa execrable acción", señaló la fuerza.

Este martes por la mañana, mientras se sucedían las críticas a Béjar, hubo una reunión en el Palacio de Gobierno de la que participó el ministro de Defensa, Walter Ayala, representantes de las Fuerzas Armadas y el excanciller Manuel Rodríguez Cuadros.

A su salida, el diplomático se excusó de dar detalle sobre el encuentro que tuvo con el mandatario. Horas más tarde, se anunció su renuncia.