Jair Bolsonaro anunció esta semana cambios en 6 de los 23 ministerios, que incluyeron la cartera de Defensa, hasta entonces en manos del general Fernando Azevedo e Silva. 

Desde la salida de Azevedo e Silva, se generó una creciente ola de rumores que hablaban de la inminente renuncia de los jefes del Ejército, la Aviación y la Marina, en un gesto de “solidaridad”.

Esta tarde, en un breve comunicado de dos párrafos, el Ministerio de Defensa anunció que los tres jefes de las Fuerzas Armadas serán “sustituidos” y que eso fue “comunicado” en una reunión con el general Walter Braga Netto, hasta ahora ministro de la Presidencia y quien asumirá el cargo que dejó Azevedo e Silva.

Bolsonaro deberá reemplazar al almirante Ilques Barbosa Junior, de la Marina; al teniente de brigada Antonio Carlos Moretti, de la Aviación, y al general Eduardo Pujol, del Ejército, con quien había tenido diversas fricciones en los últimos meses.

Los cruces entre el presidente y los altos mandos militares escalaron durante todo el año pasado cuando activistas alineados con el gobierno pidieron intervención de las fuerzas a los poderes legislativos y judicial. La idea era alentada por el propio Bolsonaro pero no encontró eco en los jefes militares.

El cambio de los tres líderes de las Fuerzas Armadas es algo inédito en Brasil, ocurre en un Gobierno que está presidido por un capitán de la reserva del Ejército y en el marco de un gabinete apoyado fuertemente en ministros con ascendencia militar.