El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reunió este lunes para discutir la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania. La reunión, sin embargo, se convirtió en un escenario de acusaciones cruzadas entre Estados Unidos y el Kremlin.

Esta nueva escalada de tensión sucede a pocas horas de que los ministros de Exteriores, Antony Blinken y Serguéi Lavrov, mantengan una conversación telefónica.

“Es un intento de engañar a la comunidad internacional y un ejemplo de diplomacia de megáfono”, dijo embajador ruso, Vassily Nebenzia, sobre el encuentro del Consejo de Seguridad de la ONU y así expresó su oposición a la reunión. Esta postura fue apoyada por China.

Por su parte, la  la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield destacó el despliegue de más de 100.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania y dijo que se trata de una "amenaza a la seguridad internacional y a la Carta de la ONU”.

“Buscamos el camino de la paz. Buscamos el camino del diálogo”, aseveró la funcionaria y agregó: “No queremos confrontación. Pero seremos decisivos, rápidos y unidos si Rusia sigue invadiendo Ucrania”.