El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, advirtió este sábado que "la eliminación" de soldados ucranianos en Mariúpol, ciudad asediada por Rusia, "pondría fin a cualquier negociación de paz" con Moscú. A su vez, Vladimir Putin le negó el ingreso a su país a Boris Jhonson, el premier británico que mostró alineación con los ucranianos.

"La eliminación de nuestros militares, de nuestros hombres [en Mariúpol] pondrá fin a cualquier negociación", declaró Zelenski en una entrevista con la página web Ukraïnska Pravda. También advirtió que ambas partes se encontrarían en un "callejón sin salida".

En cuestión de muertos, "Mariúpol puede ser diez veces Borodianka", pequeña ciudad ucraniana cercana a Kiev atacada y destruida por soldados rusos, señaló Zelenski. "Cuántos más (casos como el de) Borodianka se presenten, más difícil será" negociar, subrayó.

Después de que el ejército ucraniano anunciara el 11 de abril que se preparaba para "una última batalla" en esta ciudad del sudeste, el presidente de Ucrania admitió una "situación muy difícil". "Nuestros soldados están rodeados y, a pesar de todo, siguen defendiéndose", explicó.

Al día siguiente, las autoridades ucranianas afirmaron que los combates dejaron entre 20,000 y 22,000 muertos en Mariúpol, una ciudad estratégica donde en tiempos de paz residían 441,000 personas.

Cuarenta días después de haber comenzado, los combates se concentran ahora en la vasta zona industrial de Mariúpol, cerca del mar de Azov. El "contacto" se mantiene con las fuerzas ucranianas en el lugar, afirmó Zelenski.

Rusia informó este sábado que bombardeó una fábrica de vehículos blindados en las inmediaciones de Kiev, un día después de haber destruido otra planta militar en la zona y de haber alertado que iba a intensificar la ofensiva contra la capital en respuesta a "ataques en territorio ruso".

El portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, indicó que "las tropas de misiles y artillería destruyeron 811 instalaciones" en el último día, según declaraciones citadas por la agencia de noticias Sputnik.

En tanto, Rusia parece no ceder a los ataques y sigue mostrando fortaleza en el plano internacional. Al respecto, anunciaron que Boris Johnson y otros funcionarios británicos tendrán negado el ingreso a Rusia. La medida se tomó por "desenfrenada campaña informativa y política". Moscú acusó a Londres de haber lanzado "acciones hostiles sin precedentes".

"Los dirigentes británicos están agravando deliberadamente la situación en torno a Ucrania, entregándole al régimen de Kiev armas letales y coordinando esfuerzos similares en nombre de la OTAN", afirmó el ministerio.