El jueves 13 por la mañana, la Oficina de Estadísticas de los Estados Unidos difundió el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre, habiendo marcado un aumento del 0,4% respecto a agosto y un aumento interanual (ia.) del 8,2%. No solo representó un incremento en relación a los indicadores de agosto, sino que también se ubicó por encima de las previsiones de mercado, las cuales esperaban una suba mensual en torno al 0,2%.

El dato de este mes estuvo caracterizado especialmente por aumentos en los precios de los alimentos, servicios, y alquileres provocados en un contexto de endurecimiento de política monetaria y caída en los precios de la energía. Esta situación generó ciertas preocupaciones en torno al accionar de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) y a ciertas rigideces que está reflejando el índice de precios. Vale la pena mencionar que, por tercer mes consecutivo el índice de energía cayó, registrando en este caso un recorte mensual del 2,1%. Esto evidencia que la inflación persiste a pesar de la normalización de los precios de la energía, lo cual había sido el principal motor al principio del año.

La inflación núcleo sigue elevada

El dato más preocupante en torno al informe se centró en la inflación núcleo, que mide todos los bienes y servicios con excepción de energía y alimentos, que tienen mayor volatilidad. A su vez, la inflación núcleo se mueve en mayor parte por expectativas y está influenciada por política monetaria, por lo cual es el sector donde las políticas de la Fed pueden tener el mayor efecto. Con esto en mente, el aumento del 0,6% mensual respecto a agosto da señales de que estos sectores todavía no han reaccionado a las subas de tasa de interés y desarme del balance del ente, dado que en agosto el incremento fue equivalente y el interanual ascendió a 6,6%, superando la expectativa de 6,3%. Observando el desagregado en detalle, los alquileres y servicios continuaron en la misma tendencia, registrando subas mensuales de 0,7% y 0,8% respectivamente. Por lo tanto, se puede ver que el problema de la inflación continúa siendo persistente a pesar de la reducción de liquidez del mercado, el encarecimiento de crédito, y de los intentos por parte de la Fed de anclar expectativas. Así, y con un mercado laboral que continua robusto, no sorprendería que el mercado espere que la Fed incremente las tasas en la próxima reunión (noviembre) en por lo menos 75 puntos básicos (pb.), dejando ya por detrás las expectativas de una merma en la magnitud de los aumentos.

La FED comentó en las minutas que seguirá subiendo la tasa

Justamente, en las minutas difundidas el 12 de octubre detallaron que sí bien la inflación ha mostrado un descenso en los últimos meses respecto a mediados del año, este no ha sido lo suficientemente importante como para llegar al objetivo del 2%, y que los riesgos continúan persistentes. A la par de lo registrado en el IPC de septiembre, destacaron principalmente (y como mencionamos en el párrafo previo) que sectores como el de alquileres y servicios continúan incrementando de manera sostenida, reflejando que aún no han reaccionado a la suba de tasas. A su vez, pensando hacia adelante, los miembros del Comité comenzaron a divisar ciertos riesgos adicionales, como los precios de la energía (producto del nuevo ajuste de oferta llevado adelante por la OPEC+) y un mercado laboral que todavía continúa muy robusto. A raíz de esto, concluyeron que es absolutamente necesario continuar en un camino de endurecimiento de política monetaria para llevarla a un terreno restrictivo y mantenerla allí, buscando que las expectativas continúen ancladas y que el deterioro de las condiciones de crédito afecte al mercado laboral.

Este mal dato de inflación se vio reflejado hoy en el mercado, teniendo una rueda marcada especialmente por la volatilidad y sin dar aún indicios claros de revertir el recorte que fuera iniciado desde el viernes 7 tras los datos de empleo. En este sentido destacamos que el Nasdaq, índice que agrupa empresas tecnologías, es el principal afectado, registrando una variación negativa al momento de escribir esta nota de 1,6%. Esta caída del índice se debe principalmente a la perspectiva negativa que existe en torno a las empresas tecnológicas y el encarecimiento del crédito, un recurso necesario para empresas que buscan crecimiento.

¿Cómo proteger inversiones ante este escenario desafiante?

Considerando este escenario volátil marcado por un mantenimiento de las políticas monetarias por parte de la Fed, desde el equipo de Research de IOL Invertironline privilegiamos posicionarse en activos de empresas sólidas de rubros defensivos. Por ende, es una buena opción tener exposición en el CEDEARs del ETF del Índice Industrial Dow Jones (DIA). Cabe destacar que el Dow Jones está compuesto por 30 acciones estadounidenses de primer nivel, siendo un índice que se encuentra conformado por empresas estables que reflejan una performance positiva en cuanto a la generación de ganancias durante un período de tiempo significativo.

También existe en renta fija en dólares deuda de empresas argentinas con buena calificación crediticia y rendimientos interesantes (Obligaciones Negociables). Entre las que destacamos a la de la empresa de telecomunicaciones Telecom (TLCD) con vencimiento en 2025, para perfiles conservadores/moderados, y la de YPF (YCA6P) con vencimiento en 2025 para perfiles más agresivos. Por su parte la ON de Telecom tiene una tasa de rendimiento esperada (TIR) del 8,4% a la fecha, pagando cupones de manera semestral a una tasa anual del 8,5%, y con cuatro pagos de amortización, reduciendo así el riesgo de manera sustancial. Mientras tanto, la ON de YPF paga cupones de manera semestral a una tasa anual del 8,5%, con una TIR a la fecha del 22%. Así, ambos instrumentos logran resguardar valor contra la inflación en dólares, siendo operables desde la plataforma de IOL invertionline.