En Argentina hay distintas formas de ganar dinero, pero con los altos niveles de inflación, devaluación y crisis recurrentes, si querés ahorrar y gestionar de forma eficiente ese dinero lo más probable es que tengas que recurrir al mercado de capitales. La razón es que, a diferencia de simplemente comprar dólares, en este ámbito donde interactúan quienes tienen capital y aquellos que lo necesitan, uno puede obtener un rendimiento sobre esos dólares.

Por lo tanto, se puede decir que el mercado de valores es donde podés generar un interés a los dólares que tenés parados, aunque todo dependerá del conocimiento, de la performance de las empresas y de los mercados, por lo que es vital entender cómo funciona la Bolsa y dónde capacitarse con el fin de encontrar las mejores oportunidades de inversión.

¿Qué podemos estudiar?

Existen principalmente dos técnicas para analizar el mercado de valores ampliamente difundidas a nivel mundial: el análisis técnico y el análisis fundamental.

El análisis técnico, también conocido simplemente como “AT”, es un estudio que se utiliza para comprender como funciona el mercado de valores a través del análisis de una serie de datos históricos. Estos datos consideran diferentes factores como, por ejemplo, las cotizaciones de las acciones y el volumen bursátil a lo largo del tiempo. Siendo más precisos, se utiliza representaciones gráficas e indicadores estadísticos sobre las cotizaciones históricas de las empresas que permiten evaluar rápidamente a un mercado o la acción en particular, en un intento por predecir su comportamiento futuro. En simples palabras, respecto al volumen de negociación bursátil, nos permite conocer la demanda y oferta de las acciones, por lo que, en base a la evolución del comportamiento de estas variables, se estima qué sucederá con su precio en el corto plazo. Por ejemplo, si la demanda crece, el valor tiende a subir, y si la demanda decrece y la oferta es alta, ocurre lo contrario.

El análisis fundamental, también conocido simplemente por sus siglas “AF”, es una de las principales técnicas de investigación que se utiliza para estimar el valor de una acción. Esto se debe, principalmente, a que la investigación intenta diferenciar el precio “comercial” en el que cotizan las acciones bursátiles y el valor real o intrínseco que tienen las mismas. En definitiva, se encarga de conocer el valor que tiene una empresa, según situación financiera, de forma independiente a su cotización en la bolsa, por lo que se suele utilizar para detectar burbujas financieras o activos subvaluados que puedan multiplicar su precio a lo largo del tiempo.

Cabe destacar que este tipo de análisis es muy complejo e integral porque considera muchos factores, como, por ejemplo, la investigación de la propia empresa y de los productos que vende, considera las estrategias que esta planea o está aplicando, el estatus político y marco regulatorio; además, estudia las variables macroeconómicas que pueden beneficiar o perjudicar los ingresos de las empresas en el futuro.

El AF estudia todos los factores que pueden afectar los resultados de la empresa, por lo que al estimar el valor de las acciones de una compañía mediante esta técnica se obtiene resultados con un amplio rango de precios. Esto si bien no nos permite conocer el valor exacto en el cual debería cotizar el activo, nos sirve para conocer si la empresa está subvaluada o sobrevaluada en determinado momento y/o circunstancia, algo muy útil en ocasiones donde pueden existir factores o eventos que generen expectativas muy distintas a la realidad.

Finalmente, es necesario resaltar que ambas técnicas son imprecisas y no puede garantizar los resultados. Por lo tanto, el éxito de la inversión dependerá de la habilidad de cada analista y de la interpretación del estudio que se realice.

¿Dónde podemos estudiar?

Si bien existen carreras relacionadas con el análisis financiero y empresarial, tales como, Finanzas, Economía, Contabilidad, entre otras, esta inquietud la tienen muchos profesionales—de diferentes disciplinas y de todas las edades— al no contar en el sistema universitario, en general, con capacitaciones específicas orientadas a las operaciones de Bolsa. En efecto, un médico, por ejemplo, encuentra completamente innecesario estudiar una segunda carrera universitaria para aprender a manejar sus ahorros. Así, la falta de oferta académica formal es reemplazada en muchos casos por cursos que otorgan una imagen fantástica del mercado de valores, prometiendo resultados milagrosos hasta operar desde El Caribe.

Por tal motivo, es recomendable inscribirse en charlas o capacitaciones realizadas por entidades financieras y brókers regulados a modo de obtener una visión realista de la bolsa que permita comenzar a gestionar y planificar nuestras finanzas.

Por último, de mi parte, y seguramente de parte de todos los que trabajamos en el mercado de capitales, querido lector se encuentra más que invitado a participar.

Por Sergio Morales - Fundador del portal de educación financiera interfinance.com.ar.