El primer semestre de 2025 dejó un escenario mixto para los inversores locales, con desempeños muy diferenciados según el tipo de activo. Mientras que la renta fija en pesos ofreció rendimientos destacados, la renta variable local fue el gran perdedor del período. En este informe repasamos los principales ganadores de la primera mitad del año y compartimos una visión sobre qué instrumentos podrían ofrecer mejores oportunidades hacia fin de año.

Por el lado de los bonos soberanos en dólares, los resultados fueron moderadamente positivos en los tramos cortos de la curva. Tanto el GD29 como el GD30 acumularon subas cercanas al 3,5%, mientras que el GD46 retrocedió un 1,3%. En la curva de los Bonares se vio una dinámica similar: el AL29 se destacó con un avance de 6,2%, mientras que el AL41 cerró el semestre con una baja de 2,5%. A nivel BOPREALES, la deuda en dólares emitida por el gobierno actual mostró un mejor comportamiento. Exceptuando el BPJ25, todos los bonos registraron subas de entre 6% y 8%, consolidándose como una de las alternativas más sólidas del semestre en dólares explicado en parte por los beneficios que daban estos papeles.

Dentro del universo en pesos, las LECAPs y los bonos CER fueron claramente los instrumentos de mejor performance. Las LECAPs más cortas, con vencimientos en junio y julio, ofrecieron rendimientos de hasta el 16%, en tanto que los tramos más largos también se movieron al alza, con subas por encima del 10%. La fuerte apreciación de estos títulos respondió tanto a la mecánica del repago de capital a vencimiento como a una demanda creciente por instrumentos en pesos de corto plazo. Por su parte, los bonos ajustados por CER acompañaron con una muy buena performance. El TZX25, por ejemplo, acumuló una suba superior al 20%, impulsado por una inflación que, si bien viene en baja, sigue siendo elevada en términos interanuales.

En la renta fija corporativa en dólares se observaron rendimientos más acotados. En la curva bajo ley NY, el comportamiento fue mixto, sin variaciones mayores al 3% en general para ambos lados. En líneas generales, las emisiones se comportaron de manera pareja a lo largo de las industrias, con retornos consistentes según duración. Distinta fue la dinámica en la curva local, donde la búsqueda de cobertura en papeles de legislación argentina generó algunas subas interesantes. Se destacan los casos de Pan American Energy (PAE), con una ganancia cercana al 7%, y CGC, que avanzó cerca del 5%, en un contexto en el que las restricciones cambiarias siguen limitando el acceso a alternativas en dólares para las empresas.

En cuanto a la renta variable local, fue claramente el segmento más golpeado en este primer semestre. Luego de un 2024 con subas considerables, el Merval retrocedió cerca de un 20% en pesos, arrastrado por una combinación de toma de ganancias, indefiniciones políticas y mayor aversión al riesgo global. El sector industrial fue el más castigado, con caídas que superaron el 35%, mientras que el segmento inmobiliario mostró mayor resistencia, con un retroceso más moderado, cercano al 7%. Entre los papeles más afectados se destacaron Comercial del Plata (COME), con una baja del 50%, y Edenor, que cayó un 37%. IRSA y Loma Negra, en cambio, lograron mantener cierto equilibrio, con retrocesos menores al 10%.

En el universo de CEDEARs, el desempeño estuvo prácticamente en línea con el de los activos internacionales, ya que el tipo de cambio financiero (CCL) apenas se movió en lo que va del año. Entre los más negociados, se destacaron con subas superiores al 50% Mercado Libre (MELI) y Banco Bradesco. El gran ganador fue United States Steel, que acumuló una suba de más del 70%. Del otro lado, entre los más golpeados, se ubicaron UnitedHealth Group, con una caída de casi 40%, y empresas tecnológicas como Tesla y Apple, que acumulan retrocesos del 20%.

De cara a la segunda mitad del año, vemos buenas oportunidades dentro de la curva de LECAPs, especialmente en los tramos cortos, como el S15G5. También resultan atractivos algunos bonos capitalizables como el T15E7 o el TY30P, que ofrecen tasas reales positivas si se toma como referencia la inflación de mayo y se proyecta su tendencia descendente. Para quienes decidan seguir posicionados en pesos, el bono dual TTD26 permite sumar cobertura y aparece como una alternativa interesante.

Para perfiles más conservadores que buscan dolarización, mantenemos la recomendación sobre el AL30, que cotiza un 3% por debajo del GD30 y tiene el atractivo adicional del cupón de julio. En el tramo largo, el GD41 podría beneficiarse en un contexto electoral más claro o si el gobierno logra mostrar avances concretos en lo fiscal o monetario.

En la renta fija privada ley NY, observamos valor en la parte larga de la curva, donde se consiguen rendimientos superiores al 8% en nombres como Pluspetrol, IRSA o Telecom. Son compañías con buen perfil crediticio, tasas atractivas y margen de compresión en caso de mejora del riesgo país.

Respecto de la renta variable local, preferimos mantener una postura cautelosa en el corto plazo. La falta de definiciones políticas y acumulación de reservas, el cepo parcial y la cercanía de las elecciones siguen siendo fuentes de volatilidad para este tipo de activos. Sin embargo, para horizontes más largos, destacamos a Vista como una compañía sólida del sector energético, con operaciones clave en Vaca Muerta, foco en eficiencia y una gestión profesional. También seguimos viendo valor en Pampa Energía, una firma integrada con fuerte presencia en generación eléctrica, transporte y renovables, que podría capturar valor en un escenario de mejora regulatoria y tarifaria. Para quienes buscan una exposición diversificada al equity local sin asumir una selección directa de papeles, sugerimos considerar fondos como el Balanz Equity Selection, gestionado activamente por profesionales y diseñado para atravesar contextos inciertos con una asignación estratégica de activos.

En el universo de CEDEARs, uno de los nombres que seguimos de cerca es AMD, que se encuentra bien posicionado dentro del sector tecnológico con alto potencial de crecimiento en el contexto de la revolución de la inteligencia artificial y los semiconductores.

Finalmente, destacamos especialmente dos fondos en dólares que consideramos valiosos tanto para la gestión activa como para la preservación del capital. Por un lado, el Fondo Balanz Dólar Corto Plazo, que ofrece un rendimiento esperado levemente superior al 5% anual, compuesto por una cartera de bonos corporativos de alta calidad crediticia y títulos del Tesoro de EE. UU. Su duración promedio cercana a los seis meses lo convierte en una alternativa muy atractiva, al combinar bajo riesgo de duración con retornos interesantes.

Para quienes buscan una estrategia con mayor potencial de crecimiento a mediano y largo plazo, recomendamos el Fondo Balanz LATAM, que invierte de forma diversificada en mercados del Mercosur y Chile. Este fondo está pensado para quienes desean preservar sus ahorros en dólares, con una mirada puesta en la apreciación de capital y reserva necesaria pensada a futuro.