Desde que el Ministro de Economía de la Nación anunció la actual tanda de medidas para amortiguar el impacto del 6,7% de inflación del mes de marzo pasado en los sectores más vulnerables de la sociedad y -junto a ellas- un proyecto de Ley sobre renta inesperada con motivo de la suba de precios internacionales provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania, se produjo un notorio incremento de los precios en alimentos (granos) y combustibles que es lo que se requiere en este tipo de situaciones.

En este contexto, la propuesta oficial consiste en aplicarles a las empresas una alícuota adicional del 15 % sobre el excedente a las Ganancias de $ 1.000 millones por única vez sobre la alícuota normal y habitual del 30%. Cabe recordar que este tipo de carga impositiva excepcional ya se aplica desde el año pasado en países europeos y que el mismo fue aprobado por el G20 en su reunión de julio 2021 y ellos lo conocen como "impuesto internacional a las multinacionales".

Las diferencias que lo hacen mucho más potable en nuestro país es que, mientras en Europa se maneja el concepto de renta local, en nuestro país se maneja como renta mundial y existen convenios de reciprocidad que no permiten la duplicación o doble imposición. Por lo tanto lo que abonen en nuestro país lo descontarán en otros países que deban abonar impuestos similares.

Además de ello se les permitiría que las Ganancias de años anteriores (2020 y 2021, que no pudieron distribuirse por haber recibido el programa ATP y sean reinvertidas en la empresa bajo la forma de actualización de maquinarias y/o ampliaciones de planta podrán descontarse de la ganancia antes de impuestos con lo que incluso podrían quedar excluidos de su pago.

Desde el momento del anuncio hasta el viernes 22 de abril hubo ruido político y a partir del lunes 25 hasta el miércoles 27, los supuestamente perjudicados por el próximo Proyecto de Ley -cuya letra fina aún no se conoce- se decidieron a hacer que caiga el pago anunciado, utilizando la misma técnica del mes de octubre de 2020 por la cual el dólar blue llegó hasta los 195 para luego caer hasta 140.

El método empleado consistió en comprar bonos con vencimiento en el año 2030 -tanto Ley Local como extranjera- de la deuda externa reestructurada y en ese intermedio gastaron durante los dos primeros días cerca de $ 5 MM y 70 millones de esos bonos llevando el blue hasta los $ 212,5, mientras que los financieros (CCL y MEP) pasaron los $ 215. 

Viendo cerca de las 15.30 que comenzaba a caer de los 209 por no haber comprado durante ese día, pusieron $ 3.5 MM para comprar cerca de 30 millones de bonos pero incluso así no pudieron revertir la tendencia y el dólar blue cayó a $ 206,50. Durante el jueves viendo como estaba la tendencia a la baja del Tipo de Cambio, resolvieron no gastar más de sus ganancias terminando con una cotización de 204 y ratificando la tendencia a los 195 con el esquema impositivo vigente en nuestro país.