El aguinaldo, una oportunidad para fortalecer tu salud financiera
No solo representa un ingreso extra, sino también una posibilidad concreta de reordenar las finanzas personales, saldar deudas, generar ahorro o comenzar a invertir.
Junio es un mes clave en la planificación económica de millones de argentinos. El medio aguinaldo no solo representa un ingreso extra, sino también una posibilidad concreta de reordenar las finanzas personales, saldar deudas, generar ahorro o comenzar a invertir. Pero como todo recurso limitado, su impacto depende de cómo lo utilicemos.
El primer paso para sacarle provecho al aguinaldo es hacer un diagnóstico realista: ¿tenés deudas que te quitan el sueño? ¿Querés ahorrar para algún objetivo puntual? ¿O simplemente buscás estar cubierto ante cualquier imprevisto? A partir de ahí, el dinero empieza a tomar forma y sentido.
Una estrategia inteligente es crear un fondo de emergencia. En contextos económicos volátiles como el actual, tener un “colchón” para gastos inesperados no es un lujo, es una necesidad. Hoy, además, existen opciones para que esos fondos no se queden estáticos: por ejemplo, una caja de ahorro en dólares que remunera un 2,25% anual, permitiendo resguardar valor sin resignar liquidez.
Otra alternativa válida es anticipar gastos estacionales. Las vacaciones, las fiestas, los regalos, incluso los gastos escolares pueden planificarse con anticipación. Usar parte del aguinaldo para cubrirlos o dejarlo en un plazo fijo que hoy puede rendir hasta 36% anual en pesos, ayuda a evitar deudas futuras y aprovechar promociones de contado.
También hay quienes eligen reducir sus deudas, una decisión que siempre es positiva, pero que debe estar bien pensada. Muchos optan por pagar primero las deudas más pequeñas porque eso da sensación de avance, una estrategia conocida como “bola de nieve”. Pero si lo que buscás es pagar menos intereses y salir más rápido, lo recomendable es enfocarse en las deudas más caras, las que tienen mayor tasa de interés. Esa es la estrategia de “avalancha”, y puede marcar la diferencia en tu bolsillo.
El aguinaldo puede dividirse en partes: una para saldar deudas, otra para ahorrar o invertir, y otra para anticipar gastos. Lo importante es tener un plan, aunque sea simple. Porque usar este ingreso de forma consciente puede significar menos estrés financiero, mayor seguridad y un paso firme hacia tus objetivos personales.
En un contexto de transición económica, donde las reglas cambian y las oportunidades también, el aguinaldo no es solo un premio: es una herramienta. Aprovecharlo con criterio puede ser el primer paso hacia una vida financiera más ordenada y resiliente.