Cualquier persona al cobrar su salario tiene dos opciones: Consumir o ahorrar. La proporción que destine a una u otra opción dependerá de las preferencias de cada uno. Una persona puede decidir consumir mucho en el presente, resignando consumo futuro mientras que otra persona puede ahorrar la mayor parte de su ingreso.

La parte de los ingresos que se destinan al ahorro son canalizados por los bancos que ofrecen una tasa de interés (pasiva) y luego prestan ese dinero a empresas que requieren financiamiento para emprender sus proyectos a una tasa de interés denominada activa. El rendimiento de los bancos subyace, en términos generales, en el spread entre ambas tasas.

De esta forma, el ahorro de las familias produce que haya fondos disponibles para que las empresas puedan pedir créditos que le permitan producir y generar riqueza que es en definitiva lo que hace que la economía crezca.

En Argentina, ahorrar es un calvario. El que decide ahorrar en pesos a través de plazos fijos o simplemente mantenerlos en físico termina con menos poder adquisitivo para consumir en el futuro, que en definitiva es la fuerza que provoca la acción de ahorrar. Si sabemos que nuestro dinero en el futuro no va a valer nada consumiríamos todo nuestro salario en el presente.

Por esta razón, los ahorristas buscan la forma de proteger el poder adquisitivo de sus ahorros para que el esfuerzo de no consumir en el presente se vea recompensado con consumo futuro.

El refugio que encuentran los argentinos es el dólar. Según el informe del Mercado de Cambios y Balance Cambiario del BCRA de junio, no solo se incrementó la cantidad de personas que adquieren dólares oficiales (el cupo de US$ 200), sino que también se incrementó la cantidad promedio de dólares que compran los ahorristas. En mayo las personas que compraron dólares oficiales fueron 2,4 millones, con compras promedio de US$ 190, mientras que en junio fueron 3,3 millones de personas (un
incremento del 37,5%) con compras promedio de US$ 193.

A partir de la aplicación del Impuesto PAIS la demanda de dólares oficiales se desplomó. Esa demanda, no obstante, no fue a parar a activos en pesos ni mucho menos, sino que se destinó a los mercados paralelos de la divisa norteamericana. Esa presión sobre los dólares paralelos (Blue, CCL y MEP) provocó un incremento de la brecha entre los diferentes tipo de cambio que ya venía agrandándose con la implementación del cepo “hard” en octubre del 2019 luego de que Alberto Fernández ganara las elecciones. Cuando la brecha cambiaria se incrementó, la demanda por los US$200 oficiales se incrementó notablemente. Actualmente la brecha con el dólar blue está en 79,45% pero llegó a estar en el 100%.

Cantidad de personas que compran dólares en el MULC y recaudación del impuesto país

El calvario de ahorrar en Argentina: cada vez son más los argentinos que se escapan del peso

Para el mes de julio tenemos indicios de que la cantidad de personas que irán al mercado cambiario oficial se incrementará. La recaudación del impuesto PAIS que se cobra sobre la compra de dólares no para de subir desde mayo y en julio la recaudación de este fue de $20.017 millones, lo que representa una suba del 41,8% respecto a junio.

Así, la desconfianza de los ahorristas hacia el peso argentino como consecuencia del manoseo constante del gobierno a la ya difunta independencia del Banco Central hacen que cada vez mas personas decidan dolarizar sus ahorros. Acción justificada por el simple hecho de querer trasladar en el tiempo el ingreso actual del trabajo realizado en el presente. Si no nos comprometemos en tener una moneda sana que sirva como reserva de valor, los ahorristas que deciden dolarizar sus ahorros van a ser cada vez y la demanda de pesos seguirá cayendo, generando así más inflación.