Un hecho paradójico, aunque, al mismo tiempo previsible, tuvo lugar el último jueves en la Bolsa de Nueva York con dos de las principales acciones argentinas. En el día en que YPF fue noticia por el derrumbe de casi 12% en Wall Street, para quedar a un paso de su mínimo histórico, Mercado Libre alcanzó, apenas iniciada la jornada, un inédito valor bursátil de u$s100.000 millones (un 150% más que las reservas brutas del Banco Central), cuando por primera vez en su historia, sus acciones superaron los u$s2.000.

Por un lado, la petrolera argentina, en picada desde hacía varios días tras presentar una propuesta de canje de su deuda (en medio del cepo para la compra de dólares destinados al pago de deuda corporativa), que generó el rechazo al unísono de sus acreedores, cerró la jornada u$s3,25, a casi un dólar de su menor valor bursátil, u$s2,26, registrado el 18 de marzo pasado, en pleno “coronacrash” de los mercados. YPF encaró una reestructuración de más de u$s 6.000 millones de deuda de una manera agresiva y en donde no paga intereses hasta el 2023.

Pero lo que más pesó sobre sus acciones la semana pasada, fue la confirmación de la salida de Guillermo Nielsen, su presidente, y el inminente desembarco en su lugar de Pablo González, ex vicegobernador de Santa Cruz y actual Diputado del Frente de Todos, lo que fue interpretado por el mercado como un claro avance del kirchnerismo sobre la petrolera, ante lo cual rápidamente sobrevolaron versiones de estatización total. Esto provocó una ola de ventas de las acciones de YPF, y, en consecuencia, un derrumbe del 11,8% de su valor.

Tal fue el tenor de los trascendidos que ese mismo día, a la noche, tuvo que salir el Ministro de Economía, Martín Guzmán, a desmentirlos: "De ninguna manera. El rumor es falso. YPF es una empresa privada con 51% de participación estatal (pero cotiza bajo los estatutos de una empresa privada) que tiene un rol estratégico en el desarrollo energético de Argentina, y así seguirá siendo". Por ello, en la siguiente jornada, los papeles de YPF rebotaron cerca de 8%, impulsados además por la expectativa de que la empresa presente en los próximos días una mejora en la oferta de reestructuración.

Así y todo, las acciones de la petrolera de bandera, que ya se habían derrumbado casi 60% en 2020 (el barril Brent se contrajo 22% en el mismo período), acumulan una caída del 26% en apenas tres semanas de 2021, y su capitalización bursátil es de solo u$s1.372 millones (el Gobierno argentino acordó pagar u$s5.000 millones en bonos a Repsol por su nacionalización concretada en mayo de 2012).

En la vereda de muy enfrente, aparecen las acciones de Mercado Libre -una de las empresas de mayor crecimiento en el rubro de ecommerce en los últimos meses a nivel mundial- , que si bien en la jornada en la que logró el hito de superar los u$s100.000 millones de valor de mercado, revirtió su tendencia alcista y terminó por debajo de ese nivel simbólico, registra en lo que va de 2021 una suba del 17%, la mejor performance entre los papeles argentinos que cotizan en Nueva York. Recordemos que los papeles de la empresa fundada por Marcos Galperín ya se habían disparado 193% durante 2020, en medio del boom del e-commerce ante las restricciones que impusieron los gobiernos por la pandemia, superando incluso el incremento anual de Amazon (+76%), o Apple (+80,7%).

Un hecho que despertó aún mayor interés en Mercado Libre fue su colocación de deuda súper exitosa por u$s1.100 millones a 10 años y una tasa del 3% anual, llevada a cabo a principios de enero. Pero más allá de la bajísima tasa obtenida (hoy Argentina debería pagar un 17% anual 10 años), el dato que impactó al mercado financiero fue que le ofrecieron la suma de u$s12.500 millones, 11 veces más de lo que finalmente colocó.

Por otro lado, la semana pasada el banco Morgan Stanley destacó en una nota a sus clientes que, entre las acciones argentinas, las mejores opciones para invertir eran Mercado Libre y el otro unicornio nacional, la compañía de software Globant, dado que ambas empresas tienen "operaciones regionales y la mayoría de sus ingresos se generan en el exterior".

Por el contrario, el banco de inversiones y agente de Bolsa estadounidense mantuvo la calificación de “infra ponderación” para el resto de las acciones argentinas, entre las que se encuentra YPF, argumentando que “los desequilibrios macroeconómicos y el escaso progreso en un acuerdo con el FMI limitan la suba de sus valuaciones”.

Un dato adicional para entender las realidades opuestas y de dónde vienen tanto Mercado Libre, como YPF, es que desde su estatización en mayo de 2012 hasta la actualidad, las acciones de la petrolera cayeron casi 75%, mientras que en el mismo período los papeles de la empresa de comercio electrónico subieron más de 2.700%.

YPF: efectos colaterales

En el mercado, los analistas consideran que los ruidos generados en torno a YPF en las últimas semanas, condicionan la performance del resto de los activos argentinos, y acentúan el clima de desconfianza frente al futuro económico del país.

“Las idas y vueltas en torno a YPF atizaron la incertidumbre y dispararon los temores del mercado. Ya sea por la postergación del ajuste fiscal por la dominancia de la política como por el ruido relacionado con empresas públicas, los bonos en dólares reflejan un malestar generalizado. Siguen a la deriva y totalmente ajenos al clima de bonanza financiera que países emergentes y de la región tienen al alcance de la mano en un contexto de hiper liquidez”, comentó Nery Persichini, economista jefe de GMA Capital.

En ese sentido, la semana pasada, Chile, Paraguay y Panamá emitieron deuda por más de u$s 7.600 millones a largo plazo y a una tasa del 3% anual, mientras nuestro país sigue sin poder acceder a los mercados, dado el altísimo riesgo país argentino (es el que define la tasa extra para tomar deuda soberana respecto de EEUU), hoy por encima de los 1.400 puntos, es decir, casi 7 veces el promedio de América Latina.

Por su parte, Roberto Drimer, socio de VatNet, remarcó que “el efecto del cambio de nombres en la cúpula de YPF fue muy negativo no solo para los títulos de la petrolera, sino también para los papeles argentinos en general”. La noticia “puede deteriorar las posibilidades de financiamiento de gran parte del sector privado local. Por ejemplo, otra empresa del sector con problemas sería Medanito, que estaría buscando prorrogar con sus acreedores unos u$s80 millones. A su vez, esto podría afectar la calidad de los activos de algunos inversores institucionales”.

Por último, desde Quantum Finanzas, la consultora del ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, opinaron que “la decisión de YPF de reestructurar sus obligaciones en moneda extranjera ha alterado el mercado de bonos corporativos. La consecuencia inicial fue el encarecimiento del costo de endeudamiento del sector, que aumentó 220 puntos básicos en promedio entre el momento del anuncio del canje (11/1) y la semana pasada”. Explicaron que “ello responde al mayor riesgo percibido, dado que el sector privado tiene vencimientos de capital e intereses de títulos de deuda de ahora a fin de año por u$s 3,1 mil millones (concentrados en el tercer y cuarto trimestre del año)”.