Las respuestas a la magra performance de los activos regionales durante los últimos meses hay que buscarlas en una conjunción de factores, los cuales pasaremos a detallar. 

El primero, y más importante, tiene que ver con la composición sectorial de los principales ETFs o Bolsas de Latam. El EWZ de Brasil contiene un 25% de empresas financieras, un 22% de "materials" y un 12% de energía. El sector de tecnología apenas representa un 0,5%. El EWW de México vemos que se concentra principalmente en empresas de consumo, telefonía y bancos, sumando en total un 63%. Mientras que el sector de comunicaciones en Asia se refiere a los gigantes tecnológicos, en Latam se concentra en las clásicas empresas de telefonía.

El ECH de Chile se concentra en un 66% entre Utilities, bancos y "materials". El contraste con Asia es más que evidente en esta materia. Podemos empezar mencionando al EWT de Taiwán que concentra un 65% en empresas tecnológicas. El EWY de Corea del Sur suma un 36% solamente en dicha categoría. El ETF de China MCHI reparte en varios sectores como tecnología, consumo discrecional y comunicaciones un 61%, pero aglutina en dichos sectores a empresas vinculadas con nuevas tecnologías.

Es decir, LATAM es la vieja economía en un mundo con un claro apetito por invertir en sectores y empresas vinculadas con la innovación. El mejor ejemplo de ello es MELI, que a pesar de encontrarse en una región poco atractiva ha participado de la "fiesta" global. XP en Brasil puede ser otro ejemplo de una performance muy diferente a la observada en los principales activos del país.

El segundo factor hay que buscarlo por el lado del impacto causado por la pandemia por Covid19. La región, a diferencia de Asia, fue muy afectada, alterando condiciones fiscales y monetarias. Brasil tal vez sea el mejor país para ver el cambio en las condiciones domésticas producto de la muy fuerte baja de la tasa de interés de referencia SELIC, afectando al flujo especulativo.

La misma cerró el 2020 en un nivel del 2% cuando la inflación minorista alcanzó al 4,52% anual. Una tasa de interés REAL tan negativa no se recuerda en la historia reciente de Brasil, lo cual provocó una huida masiva de los capitales especulativos que buscan hacer "carry trade". Esto no pasó por ejemplo en México, donde el Banco Central fue menos agresivo.

El Banco Central de Brasil (BCB) ya alertó que las condiciones monetarias tan relajas tienen sus días contados, aguardando que lleguen las señales de avances claros en el frente de la vacunación masiva. De eso dependerá fundamentalmente la performance del muy depreciado BRL, uno de los "insumos" claves para el EWZ. Habrá que estar atento a la evolución de estas variables ya que podrían cambiar la magra performance relativa de Brasil. 

Por último, podemos mencionar la cuestión del ciclo y las ganancias. Al tener mayor preponderancia de la "vieja economía", las ganancias de las empresas latinoamericanas se encuentran sujetas a la evolución del ciclo económico, el cual resultó adverso en los trimestres que pasaron producto de la pandemia. Si efectivamente el proceso de vacunación cambia la dinámica económica, entonces podríamos esperar que las ganancias de las empresas de la región muestren una destacable performance de la mano de muy buenos precios de commodities y un repunte en la actividad de los distintos países. 

Dicho todo esto, podemos concluir que las acciones de la región no participaron ni lo harán de la burbuja que empuja los papeles de los sectores vinculados con la innovación tecnológica. Pero si podrían continuar con una trayectoria positiva de la mano de los sectores cíclicos y las estrategias de búsqueda de valor. Se trata de un "trade" más largoplacista y menos burbujeante, casi que podría ser descrito como un "trade dinosaurio" para los tiempos que corren. Pero la región no da lugar para otros tipos de "trades" ya que la innovación tecnológica no parece ser nuestro fuerte.