Escuche decir alguna vez que los países ricos no son aquellos donde los pobres viajan en auto, son aquellos donde los ricos utilizan los servicios públicos.

Lo que quieren los habitantes de todos los países es poder confiar en sus instituciones y en particular cuando se trata de dinero, confiar en los servicios financieros y asegurarse que lo que ganan por su trabajo mantenga el valor.

Cuando se quiebra la confianza en las instituciones, se buscan alternativas que permitan proteger lo que cada uno tiene, sea mucho o poco. Es por eso que resulta imprescindible entender a la tecnología de Blockchain como la tecnología que puede cubrir ese faltante de confianza que existe en la actualidad, no solo en la argentina, en la mayoría de los países del mundo.

Crear soluciones con Blockchain es crear mecanismos automáticos de registro que generen confianza y transparencia. Sistemas de consensos con reglas claras. Instituciones y empresas confiables.

El bitcoin es solo un uso de la tecnología del Blockchain, es la creación de dinero programable, emitido según reglas preestablecidas y sujeto únicamente a la valorización de los participantes voluntarios. El precio es función de la oferta y la demanda, ningún gobierno tiene capacidad para intervenirlo ni cambiar las reglas sobre las cuales funciona.

En un mundo confiable, es más probable que todos seamos ricos viajando en los sistemas de transporte público. Es más probable que los recursos se administren de forma transparente. Es más probable que los sistemas financieros sean más inclusivos y que las reglas en relación a las monedas y los sistemas financieros sean conocidas y simples.

Simplemente por eso, todos deberían intentar entender cómo funciona el Blockchain y el bitcoin, formar parte de este cambio social y cultural que avanza y da una esperanza para las futuras generaciones de formar parte de un mundo más confiable.