Tenemos un sueño verde: que la industria alimenticia se comprometa totalmente con el cuidado del planeta. Hoy estamos más cerca de cumplirlo gracias a las herramientas que nos brindan el conocimiento y la innovación tecnológica, aplicadas a cada uno de los procesos de la cadena productiva, desde el uso responsable de la materia prima hasta la elección de proveedores sustentables.

La digitalización de la información y su intercambio seguro, la automatización de procesos y pagos mediante el uso de contratos inteligentes, la trazabilidad de diversos activos físicos y lógicos y la emisión de certificados a lo largo de diferentes puntos de la cadena de producción son algunas de las funcionalidades que ofrecen las soluciones blockchain.

En los últimos años, las inversiones en este sentido crecieron de manera exponencial. Por ejemplo, en Marfrig pusimos en marcha la plataforma Conecta sostenida en tecnología blockchain, en este momento con gran desarrollo en Brasil. Y como brindan un entorno de confianza entre los miembros de la agroindustria sin dudas continuarán aumentando y potenciando su desarrollo en el futuro.

La sustentabilidad resulta un pilar estratégico fundamental para los negocios y una obligación ineludible con el medio ambiente y con la sociedad. En este sentido, es necesario tener en cuenta el control de origen de las materias primas, el bienestar animal y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con prácticas enfocadas hacia el cuidado del planeta.

También hay que buscar el mejor uso de los recursos naturales, a través de un consumo consciente del agua y una generación de energía a partir de fuentes limpias y renovables, además de llevar adelante una adecuada gestión para el tratamiento de los efluentes y los desechos industriales.

Recorrer este camino permite disminuir la huella negativa de las operaciones en el ecosistema y refuerza el compromiso con los derechos humanos, apoyados en el desarrollo de nuevos medios de producción, tecnologías innovadoras e iniciativas para la inclusión y el impacto positivo en la sociedad.

Los hábitos de consumo marcan que cada día crece el número de personas que tiene más conciencia sobre el cuidado del medio ambiente. Los ciudadanos se involucran y están preocupados por la sustentabilidad, la salud, el bienestar de la sociedad en general y de los animales en particular.

Es indispensable estar atentos a las demandas de los consumidores, que, cada vez más, cuando eligen una marca o producto, analizan cómo y dónde se produjo, con una perspectiva ambiental y de salubridad. Encontramos que las nuevas generaciones optan por una forma de consumo consciente y de cuidado del medio ambiente, y esa propuesta de responsabilidad se extiende poco a poco a toda la sociedad.

Debemos escuchar estas voces e implementar las nuevas tecnologías que nos posibiliten contribuir con el crecimiento socioeconómico, además de resguardar y recuperar la biodiversidad. No hay más excusas. Sólo es cuestión de asumir este compromiso con seriedad y transparencia.