En los últimos tres meses se han registrado fuertes bajas en las prácticas ginecológicas en hospitales, sanatorios y consultorios. El miedo al contagio del coronavirus es la principal causa de la postergación de las consultas, las cuales deben realizarse una vez al año. Este retraso genera preocupación, porque cuando las fases de aislamiento lleguen a su fin, los centros de salud estarán imposibilitados de satisfacer todas las demandas a la vez, lo que postergará más la atención presencial.

“Durante los primeros dos meses de la cuarentena las consultas bajaron un montón. En abril no hicimos casi nada. Nuestras consultas rondaron alrededor del 20-25%. Muchas de ellas fueron teleconsultas”, indicó la Dra. Claudia Marchitelli (MN 81306), Jefa del Servicio de Ginecología del Hospital Italiano de Buenos Aires.

De acuerdo a las estadísticas globales de la institución, en los últimos 100 días atendieron 16226 consultas, mientras que el año pasado durante el mismo período fueron 42289, lo que representa un 38%. En cuanto a las cirugías, se realizaron solo el 23%: 267 este año, 1140 el año pasado.

“Las enfermedades ginecológicas no van a dejar de aparecer en su incidencia natural a pesar de la pandemia, el problema es que van a aparecer en estadios mucho más tardíos, en donde el tratamiento va a ser mucho más agresivo o la curación mucho menor”, explicó el Dr. Silvio Tatti (MN 54387), Jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas “José de San Martín”. Por ese motivo, el Dr. Tatti recomendó que, en la medida de las posibilidades, quien  pueda hacerse un control preventivo anual, lo haga.

La baja de controles y estudios en el Hospital de Clínicas es significativa: han disminuido aproximadamente entre un 70 y 75 por ciento. El Dr. Tatti añadió que las cirugías oncológicas ginecológicas también cayeron en todos los sanatorios grandes de Capital Federal. 

“Desde ya que se atiende menos y más espaciado que antes. Yo hago cirugía ginecológica y trabajaba casi 22 horas de consultorio semanales y ahora estoy en seis”, comentó el  Dr. Santiago Artazcoz (MN 122703), cirujano ginecológico del Sanatorio Finochietto, y agregó: “Para empezar, en abril los consultorios estuvieron cerrados. Hacía entre 110 y 120 consultas semanales, o sea que en abril ya fueron por lo menos 400 pacientes que no vi”

En el caso del Instituto Médico Halitus, las consultas de abril, mayo y junio en 2019 fueron 1644 y en 2020, 458 (incluyendo consultas virtuales).

Respecto a cómo fueron aumentando las consultas durante las diferentes fases de la cuarentena, la Dra Marchitelli señaló: “Al principio solo atendíamos presencial a las urgencias y a las pacientes oncológicas. Ahora ya estamos atendiendo presencial a todas las pacientes que quieran venir, incluso para control. Este último mes de junio logramos un 50% de consultas con respecto a junio del año pasado”.

La Dra Avigail Beracha (MP 27828), especialista en ginecología y patología mamaria de los Consultorios Médicos Bynnon, coincidió que si bien las consultas presenciales son acotadas, cayeron un 60 % con respecto de años anteriores, notamos que los pacientes van perdiendo el miedo a la hora de realizar controles y consultas pertinentes.

Servicios esenciales

En esta nueva fase de la cuarentena, los sanatorios, hospitales y centros de salud están habilitados para que los pacientes puedan asistir, aunque no sean casos de urgencia. Todos los especialistas alientan a que las pacientes pierdan el miedo y hagan las consultas, ya que desde los establecimientos toman todos los recaudos para mantener las pautas de higiene, protección y distanciamiento.

El Hospital de Clínicas tiene un centro de atención telefónica para asignar los turnos y evitar la concurrencia masiva al lugar. De esta manera, logran el distanciamiento. Hoy en día se están dando turnos de acá a un mes y las áreas de oncología ginecológica y patología mamaria continúan atendiendo habitualmente.

“Las pacientes van a tener que ponerse al día con sus controles periódicos, o sea que van a tener que ganar el tiempo perdido o no estar más en modo espera. Apenas puedas, hacete tus controles ginecológicos. Los controles pueden demorarse de seis a nueve meses”, dijo el Dr. Tatti.

El Dr. Artazcoz resaltó: “Alentamos a que sigan haciendo las consultas a pesar de la pandemia. Nuestro miedo es encontrar patologías que si se hubiesen diagnosticado 100 días antes realmente el pronóstico sea distinto”. Sin embargo, el ginecólogo consideró que el control anual de una paciente que no tiene factores de riesgos y que tiene dos o tres PAP anuales seguidos negativos con colposcopia negativos puede demorar seis meses a un año para la consulta. “Distinto es una paciente que tiene un nódulo de mama, mioma uterino, pólipo endometrial o quiste de ovario que está en control; esas pacientes si el control es trimestral o semestral y si lo demoramos tres meses puede cambiar un poco el pronóstico de esa patología”, diferenció el especialista.

La Dra. Marchitelli consideró que los controles se pueden postergar hasta el año que viene, pero quienes quieran hacérselos porque ya llevan tres años del último PAP o dos de la mamografía, pueden asistir de manera presencial. “Cambiaron mucho las guías de screening. No está bien hacerse todos los controles, todos los años. Estamos usando las guías del Ministerio. Nos agiornamos a eso para no sobrediagnosticar”, explicó la Dra Marchitelli.

Cuello de botella

“Para consultas preventivas, creo que para fin de año va a haber un cuello de botella, por eso es en este momento donde no hay que perder la oportunidad. Así como hay un número limitado de camas de terapia intensiva, también hay una posibilidad limitada de estudios y consultas ginecológicas por mes en hospitales públicos”, advirtió el Dr. Tatti.

La Dra Marchitelli señaló que no cree que represente un problema en su lugar de trabajo. “Creo que va a ayudar mucho la telemedicina, que ya está instalada, y dejar presencial lo que sea específicamente para ver en consultorio. No creo que sea tan terrible. Sí, vamos a tener toda la avalancha de gente que no ha venido ahora, pero estamos preparados”, dijo la ginecóloga.

El Dr. Artazcoz coincidió en que cuando se libere la pandemia algo de cuello de botella van a encontrar, porque es imposible que ese 50% de disminución en la atención no se vaya a notar.

Teleconsultas efectivas

Para quienes no quieren asistir de manera presencial, existe la alternativa de la teleconsulta. Por supuesto que no se puede hacer todo a distancia, pero es una muy buena alternativa para evacuar dudas, hacer entrevistas, enviar imágenes y estudios y que los médicos puedan realizar un seguimiento.

“La teleconsulta vino para quedarse. Tenemos un sistema muy bueno donde podemos ver la historia clínica electrónica online”, destacó la Dra. Marchitelli.

La Dra. Beracha aseguró que el contacto virtual es una buena alternativa que permite solucionar gran parte de las consultas de las pacientes en estos momentos, pero que de ninguna manera supera la contención y evaluación de la consulta presencial.

“Por ahí la paciente no quiere acercarse al sanatorio, pero si podemos contactarnos y, en vez de ir a dos o tres lugares, solo se hace el estudio y lo podemos ver de forma digital, esto nos alivia la carga, desde el punto de vista de que la estamos controlando”, argumentó el Dr. Artazcoz.