La Ciudad de Buenos Aires realizó durante las jornadas de Año Nuevo un total de 2.947 controles, de los cuales 39 fueron positivos (1.3%). Algunos, increíblemente, trataron de defender su posición.

Uno de los casos es el de un ciudadano que festejó el año nuevo bebiendo, pero pensando que ya había pasado el tiempo suficiente para que le bajara la cantidad de alcohol en sangre. “No tengo el cálculo de lo que tomé, pero hace dos horas que dejé de tomar”, lanzó.

El control de alcoholemia le dio 0.89. Al ver el resultado en el alcoholímetro el conductor exclamó “uh, un montón”. Como en todos los casos en que el resultado del control de alcoholemia es positivo, se le retuvo la licencia y se le otorgó una licencia provisoria por 3 días y el vehículo fue remitido y trasladado a una playa de acarreo.

También ocurrió que un chofer de una aplicación de viajes salió a trabajar sin tener licencia de conducir por su condición de extranjero. Cuando los agentes de tránsito le preguntaron con qué licencia estaba trabajando, el conductor balbuceó y no supo qué responder. Pero no solo manejaba sin licencia, sino que también lo hacía con más alcohol en sangre de lo permitido: 0.60. El chofer reconoció que apenas terminó de brindar subió a su auto para hacer el viaje, el primero de este año.

Otro que quedó a mitad de camino fue un joven que iba en busca de su novia para festejar juntos la llegada del 2022, en un viaje de San Isidro a Palermo. El control de alcoholemia le dio un valor mayor al permitido: 0.78. El joven admitió que había tomado vino, pero que se sentía apto para manejar.

Se realizaron 2.947 controles, de los cuales 39 fueron positivos (1.3%). En la Ciudad de Buenos Aires, 1 de cada 5 incidentes de tránsito está relacionado con el consumo de alcohol. El operativo estuvo a cargo del Cuerpo de Agentes de Tránsito de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad.