El ministro de Economía, Luis Caputo, se paró frente a más de mil empresarios en Parque Norte y no dudó en lanzar uno de los mensajes más provocadores de su gestión hasta ahora: “Hay USD 200.000 millones en los colchones, ¿por qué no usarlos?”. Lo dijo con tono de invitación, pero con un objetivo claro: reactivar la economía dándole circulación a los ahorros que algunos argentinos eligen guardar fuera del sistema financiero.

El funcionario participó del 11° Latam Economic Forum, organizado por Research for Traders con fines benéficos. Allí, aseguró que la economía argentina atraviesa una “estabilidad inédita en la historia” y defendió el rumbo elegido por el gobierno libertario. Afirmó que el país “pasó de ser el peor alumno a uno de los mejores”, citando a Kristalina Georgieva, directora del FMI, y al secretario del Tesoro de EE.UU. como respaldo de sus argumentos.

Caputo puso sobre la mesa el plan de “remonetización” que impulsa el oficialismo, tanto en pesos como en dólares. Dijo que “la economía está sana”, que la baja de la nominalidad reduce las tasas y aumenta la demanda de dinero, y que esto debería permitir la reactivación del crédito. Pero advirtió que para eso se necesita más dinero en movimiento, y que buena parte está “escondido” fuera del sistema.

“Los bancos empiezan a trabajar de bancos nuevamente”, lanzó, en alusión al fin de una etapa en la que las entidades financieras prestaban al Estado en lugar de al sector privado. Según explicó, el nuevo esquema busca que los bancos recuperen su rol tradicional y vuelvan a canalizar ahorro en forma de préstamos productivos.

El ministro también abrió la puerta a un uso más extendido del dólar en transacciones cotidianas. “Sí, pero con factura”, respondió cuando el economista Darío Epstein le preguntó si el uso de dólares como medio de pago se iba a generalizar, como ya ocurre en sectores como el textil del barrio de Once. Aunque no detalló cómo se implementará, anticipó que habrá anuncios en los próximos días para facilitar el uso de moneda extranjera en el circuito formal, en competencia directa con el peso.

Además de promover el uso de dólares ya existentes, Caputo prometió bajar impuestos si la economía crece. Calculó que si el país crece al 6% durante dos mandatos de Javier Milei, se podrían reducir tributos en 1,5 puntos del PBI por año, lo que implicaría una devolución de USD 420.000 millones al sector privado en poco más de seis años. Si el crecimiento llegara al 8%, el número subiría a USD 550.000 millones.

Por último, el ministro afirmó que “el modelo de la Argentina miserable se terminó”, y que el nuevo rumbo económico apunta a ganar competitividad por eficiencia y no por empobrecimiento. “El esfuerzo debe venir del Estado, pero también del sector privado, que tiene que volver a invertir”, reclamó. Con esa frase cerró una presentación cargada de señales, pero también de advertencias: la economía se reordena, pero ahora quiere que los dólares escondidos salgan a jugar.