Soberanía nacional es un concepto amplio, abstracto, pero a la vez con fuerte raigambre social. En general, la sociedad argentina tiende a defender lo propio ante un interés foráneo sobre el territorio. La causa Malvinas es el emblema de este sentimiento, pero también hay otras disputas con menos difusión, como la sureña por el acceso a Lago Escondido, que desde hace décadas interrumpe el empresario británico Joe Lewis. Y tiempo atrás se despertó otra polémica en la región, por el emplazamiento de una aparente “base yanqui” en Neuquén.

La construcción efectivamente existe y el inicio de la obra data de principios de 2018. En aquel momento hubo algunos reclamos de un grupo de personas independientes y alguna fuerza política nucleadas bajo el nombre de Multisectorial No a la Base Yanqui en Neuquén, se frenó. Pero una vez concluida la pandemia del coronavirus, el proyecto cobró fuerza y se avanzó con velocidad. 

El caso es que más allá de su realización, la polémica se origina en los motivos detrás. La información oficial -al margen de las denuncias- es escasa. Muy escueta. La justificación desde el gobierno neuquino en su momento fue que se trata de un “centro de emergencias”. A tal punto llega la carencia de precisiones que existe un fallo judicial que data del 2021, donde el Juzgado de Familia 5 le advirtió al Gobierno de Neuquén que deberá brindar información sobre la base instalada en Neuquén, la cual se encuentra en las cercanías del aeropuerto Presidente Perón, en el camino a Vaca Muerta. Un punto neurálgico en la provincia y el país.

Rápido de reflejos, la administración que lidera el Gobernador Omar Gutiérrez apeló el fallo. El gobierno provincial apeló en la Cámara Civil la decisión judicial de primera instancia que lo obligaba a informar los términos del acuerdo mediante el cual se aceptó la donación de los Estados Unidos para construir una sede de defensa civil en Neuquén.

Según la información recabada por la multisectorial, el subsecretario de Defensa Civil y Protección Ciudadana, Martín Giusti, sostuvo en el expediente del amparo que la provincia “no tiene injerencia” en la obra que se realiza a la vera de la nueva ruta 22 porque la ejecuta una subcontratista. La subsidiaria responde y es supervisada por una firma con sede en Honduras, contratada por el Comando Sur de Estados Unidos, según explicó.

Esa fue la respuesta del gobierno provincial a través de una nota enviada a la jueza del amparo, la titular del Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia Nº5, Adriana Saralegui. La magistrada dictaminó en dos oportunidades como “insuficiente” la información brindada por la provincia.

La polémica llegó a tal punto que el propio embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley, se refirió al tema, abordado por periodistas y manifestantes en una visita a Neuquén durante agosto del año pasado. “No habrá americanos ni militares americanos involucrados. Es una entrega de llave. Vamos a construirlo, a llenarlo de materiales y amoblamientos de oficina y vamos a darle la llave. No vamos a tener nada que ver esto”, aseguró. Y chicaneó: “es muy diferente al proyecto que ustedes hicieron con los chinos para construir el telescopio, que tienen personas chinas trabajando allí”.

La referencia del diplomático es hacia la base espacial de origen asiático que se aprobó sobre el final de la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Pese a algunas objeciones y sospechas sobre acceso a información confidencial, hoy funciona con normalidad. La estación “CLTC-CONAE-NEUQUEN” ubicada en el paraje Quintuco, cerca de Bajada del Agrio está emplazada en una zona privilegiada para los propósitos de exploración espacial.

El embajador de EEUU en Argentina, Marc Stanley y el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez.
El embajador de EEUU en Argentina, Marc Stanley y el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez.

En la misma sintonía, explicó: “Es un centro de emergencias que es como un depósito de herramientas que tendrá palas, equipo de combate del fuego, abrigos, Digamos que las personas pierden su casa por una inundación o un incendio o algo así y necesitan un lugar para quedarse, qué van a hacer, carpas, por ejemplo, para crear ciudades de carpas en caso de eso pase”. Y sentenció: “Es interesante que la gente piense que tenemos un interés militar en estar acá, está construido por nuestros ingenieros del Ejército como un regalo para la gente de Neuquén”.

El impacto en la política y la sociedad neuquina

Al margen del derrotero mencionado, cabe señalar que parece haber más atención sobre el tema por fuera de la provincia que en el territorio mismo. Más allá del trabajo de la multisectorial, no es bandera de ninguna fuerza política. “Lo de la base yanqui, acá nunca tuvo relevancia. Nosotros nunca lo tomamos porque no era una bandera a levantar. Nadie le dio entidad en la provincia”, confió a Data Clave un referente de peso en Neuquén de una fuerza nacional.

En la misma línea, el dirigente con paso en distintos estamentos provinciales y llegada a ligas mayores, remarcó que no es una preocupación en Neuquén. “Cada tanto llama alguno de Buenos Aires para ver de tomar el tema, pero acá no es relevante”. Y disparó: “Siempre tiene repercusión hablar de una base yanqui, pero es como pasa con la RAM. Acá no existe. Ni la izquierda toma este tema. Fue más un tema de grupos anarco sueltos o ambientalistas”.

Es preciso señalar que el silencio oficial existe, haya una maniobra oculta o no en la edificación financiada por Estados Unidos. Ante la consulta de este medio sobre el tema no hubo respuesta, al igual que ocurrió ante el pedido de la multisectorial e incluso el pedido del poder judicial. La negativa a dar información es cuanto menos llamativa, ya sea por la falta de datos o por ocultamiento. En ambos casos, se trata de una situación cuanto menos irregular.

“La base ha sido reconocida por el embajador Stanley que visitó la zona. Él reconoció que es un espacio construido por el Comando Sur del ejército de EEUU y que eventualmente, cederían la administración a la provincia. Es decir, el mismo embajador reconoce lo que veníamos denunciando y nos negaban”, apuntó Juan Pereyra de la multisectorial No a la base Yanqui en Neuquén a Radio Estación Sur semanas atrás.

“El gobierno de Neuquén es servil, entrega los bienes y recursos nacionales a las multinacionales para obtener ingresos que les permitan continuar gobernando y hacer negocios en la provincia. El gobierno nacional también es parte de esto, coinciden en esta mirada de sumisión a las multinacionales. Todo lo justifican con llegada de inversiones", remarcó. 

Y sentenció: “Esto lo hacen a escondidas, falta de información y desconocimiento de la sociedad. De manera que no se pueda generar conciencia en la sociedad. Si no lo denunciamos nosotros iba a llegar a los oídos de la gente de otra manera. El pueblo no demandaría la instalación de una base yanqui acá ni en ningún lado”.

¿Mito o realidad? Qué hay detrás de la "base yanqui" en Neuquén

¿De qué se trata la obra?

Según la información disponible, se pudo establecer que la base tendrá una superficie aproximada de 600 metros cuadrados y contará con oficinas con equipamiento para monitoreo frente a contingencias. 

En un informe de la embajada de Estados Unidos en Argentina, se especifica que la construcción del predio tiene un costo estimado de 1,3 millones de dólares y servirá para albergar a miembros de Defensa Civil y otros cuerpos que dan respuesta a situaciones de desastres naturales. 

En el lugar llamado "Centro de Operación de Asistencia Humanitaria y Desastres Naturales para Neuquén" también habrá un depósito para el material donado por Estados Unidos a la gobernación entre 2009 y 2017, que incluye carpas, catres y vehículos 6x6. 

El proyecto se enmarca en el programa estadounidense que permitió financiar las tareas de apoyo para la búsqueda del submarino ARA San Juan en 2017.