La confirmación de que Cristina Fernández de Kirchner no será candidata en 2023 no solo generó reacciones hacia adentro del Frente de Todos. También impactó de lleno en la oposición. En el PRO se mostraron descreídos de la postura de la vicepresidenta. 

Nadie le creyó. Falta mucho para las candidaturas. La inscripción es en seis meses. Nos dejó una sensación de que no es verdad. Ella puede decir algo hoy y salir con otra cosa en mayo. No sería la primera vez que alguien dice una cosa y después hace otra”, le cuenta un dirigente bonaerense a Data Clave.

La sensación es general. Y sobre todo en el Gran Buenos Aires, el principal refugio que tiene la vicepresidenta de acuerdo a la contención que tiene de parte de los intendentes y donde se encuentra el grueso del voto peronista. Allí, el ala más dura del partido amarillo considera que no es una decisión final. Y que para saber cómo seguirá el cuadro electivo habrá que seguir esperando.

Incluso desde el empresariado se manifestaron en la misma línea. “La gente quiere volver a la libertad, por suerte no somos Venezuela. Yo no creo que Cristina no sea candidata, es una declaración política”, sostuvo Cristiano Rattazzi, expresidente de FIAT.

En concreto, más allá de que la postura de Cristina abrió un nuevo escenario para adentro del Frente de Todos, el terremoto que significó este martes su alocución poscondena también tuvo su réplica en el PRO. Es que de confirmarse la decisión, el expresidente Mauricio Macri también quedaría fuera de la competencia. Algo que ya había adelantado días atrás cuando afirmó en una entrevista que “hoy estoy ayudando desde otro lugar. Hay que apostar a armar el equipo. No me voy a presentar como candidato a presidente para el 2023”.

Pero al igual que sucede con la decisión de CFK, muchos no le creyeron. Incluso hacia adentro. “Mauricio siempre está ahí. Es el líder indiscutido del partido. Está en gateras. Y si el país lo necesita para enfrentar a los corruptos, se pondrá al frente como hizo siempre”, le dice a este medio un legislador bonaerense que responde a Cristian Ritondo.

Más allá de que el exprimer mandatario no tiene en su cabeza volver a competir, hoy se encuentra jugando un rol clave como contrapeso del ala que representa el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Y su figura era convocada siempre desde los dirigentes bonaerenses como el que mejor podía medirse con Cristina ante una eventual candidatura de la titular del Senado de la Nación.

Sin embargo, y pese a que el descreimiento es general, la jugada de CFK también expulsaría a Macri del cuadro final, siendo la titular del PRO, Patricia Bullrich, la referencia directa del ala dura del partido amarillo.

Lo cierto es que ya entrado diciembre desde las bases del PRO piden por un “orden” que permita poder salir a “ganar la calle” con la necesidad de “aprovechar el momento” y poder capitalizarlo en favor de un candidato. “La cuenta es fácil. Si cae uno, se levanta el otro. Así fue siempre. Es un subibaja. Pero tenemos que empezar a direccionar el voto y no hacer eso de nuestras propias diferencias”