Pasaron 8 años de la muerte del fiscal federal Alberto Nisman. Al día de hoy, poco se sabe y el expediente acumula más dudas que respuestas.

La causa primero tramitó en la justicia nacional, donde la jueza Fabiana Palmaghini y la fiscal Viviana Fein tuvieron el caso hasta marzo de 2016, cuando la magistrada pasó todo al fuero federal. El juez Julián Ercolini junto con el fiscal Eduardo Taiano recibieron las evidencias recolectadas hasta ese momento, los testimonios y los peritajes. Con eso, decidió realizar nuevas medidas y focalizarse también en cómo habían sido los movimientos en torno a las actividades de Nisman.

Ercolini catalogó el hecho como homicidio y que ocurrió entre las ocho de la noche del sábado 17 de enero de 2015 y las diez de la mañana del día siguiente cuando “una o más personas -aún no identificadas- ingresaron al departamento donde residía y, luego  de  reducirlo, fue trasladado hasta el baño ubicado en el cuarto principal de la vivienda donde se le habría dado muerte a través de un disparo en la cabeza ejecutado mediante un arma de fuego marca ―Bersa calibre 22”.

Así procesó a Diego Lagomarsino y a los custodios de Nisman. “Los autores del homicidio -desconocidos hasta el momento- lograron exitosamente franquear el ingreso y el egreso del edificio al entrar y salir sin ser vistos, consumando la maniobra estudiada y poniendo en evidencia la precariedad del control privado”, consideró el magistrado.

El técnico informático que trabajaba en la UFI-AMIA fue imputado al comienzo por el arma que le llevó a Nisman y para la cual no tenía un permiso vigente. Ya en la justicia federal, fue procesado como partícipe necesario del presunto homicidio por haberle entregado el arma. A su vez, los cuatro policías que actuaban como custodios del fiscal están acusados de los delitos de “encubrimiento agravado” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

La investigación fue delegada en la fiscalía, que en los últimos meses tomó declaración a unos 50 testigos que pertenecían a los organismos de inteligencia. Entre ellos se destaca la figura de Antonio "Jaime" Stiuso, quien fue nuevamente citado en noviembre último cuando pidió ampliar su testimonio.

A su vez, el fiscal un informe del entrecruzamiento de comunicaciones que tuvieron, previos a muerte de Nisman. Así surgió la pista sobre la supuesta actividad de inteligencia de un grupo iraní en la Argentina, aunque todavía falta que declaren en la causa al menos diez exagentes. 

El reclamo de la DAIA

Durante las últimas horas, la DAIA criticó la investigación y afirmó que pasaron "ocho años de impunidad, ocho años exigiendo el esclarecimiento de su asesinato, ocho años exigiendo justicia”.

“Alberto Nisman fue un fiscal de la República Argentina. Alberto Nisman fue el fiscal que investigó el peor atentado terrorista que tuvo nuestro país. Alberto Nisman no se suicidó”, señaló el presidente de la entidad, Jorge Knoblovits.

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