Abuelas encontró a la nieta 139 en medio de recortes y despidos en las áreas de DD.HH
Se trata de la hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, ambos secuestrados en noviembre de 1977. "La verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz", dijo Estela de Carlotto. Pese a los recortes en políticas de derechos humanos, el histórico organismo continúa su lucha incansable por la memoria y la justicia.
Menos de un mes después de anunciar el hallazgo del nieto 138, Abuelas de Plaza de Mayo celebró un nuevo triunfo en su cruzada por la verdad: la restitución de la nieta 139.
Se trata de la hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, ambos secuestrados en noviembre de 1977. La mujer nació entre enero y febrero de 1978. "Inexorablemente la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz", destacó Estela de Carlotto.
De acuerdo a lo que informó, Abuelas recibió información de manera anónima, que sistematizó y relevó para iniciar la investigación. Luego, en articulación con la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) se continuó con el abordaje del caso. Desde la CoNaDI se requirió la documentación a las diferentes dependencias nacionales y provinciales, cuyas respuestas en tiempo y forma son fundamentales para la resolución de estas búsquedas. Entre ellas, se contó con la asistencia del Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE) que corroboró y aportó información clave. A partir de todo este exhaustivo trabajo de relevamiento, se logró contactar a la posible nieta.
En este marco, la mujer fue convocada por la CoNaDI en noviembre de 2024, para brindarle toda la información recabada. Así, ella accedió a concurrir al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) para dejar su muestra de ADN. Ayer, el Banco confirmó que es la hija de Noemí y Daniel, y la CoNaDI volvió a contactarla para comunicarle la feliz noticia.
“Desde hoy, la nueva nieta podrá abrazarse con sus dos hermanos, Ramón y Paula, que se criaron juntos gracias al buen vínculo que mantuvieron sus madres, y que siempre supieron del embarazo de Noemí”, sostuvieron desde la organización.
En la conferencia de prensa, recordaron que hace diez años, Ramón prestó su testimonio para una publicación de Abuelas, Historietas por la Identidad, y allí expresó: “El día que te encontremos no queremos que dejes atrás la vida que construiste, queremos formar parte de ella, abrazarte, que conozcas a tus sobrinos, ellos también te van a abrazar”.
“Al fin y al cabo, de eso se trata esta lucha: de reparar lo que el terrorismo de Estado quiso destruir. Nos impulsa el amor, la ternura, la certeza de que la verdad –aún cuando sea dolorosa– puede sanar, en parte, las heridas, y esto lo hemos comprobado en los 139 casos que hemos resuelto”, marcaron desde Abuelas.
“Debemos subrayar que no hubiéramos podido lograr nada solas: esta es una lucha colectiva. La continuidad de las políticas de Estado es fundamental para terminar con delitos de lesa humanidad como lo son las apropiaciones de nuestras nietas y nietos, así como es central el papel de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, una de las herramientas construidas en estos 41 años de democracia ininterrumpida. Esta secretaría y sus políticas, deben seguir siendo sostenida por el gobierno, con la totalidad de sus trabajadores y trabajadoras, y mantener sus instrumentos para poder continuar con el proceso de Memoria, Verdad y Justicia que nos tiene como ejemplo en el mundo”, afirmaron.
El pasado 27 de diciembre, Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, anunció la restitución del nieto 138, hijo de Marta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, militantes de Montoneros desaparecidos en 1976. Marta estaba embarazada de ocho meses y medio al momento de su secuestro, y los registros indican que el parto podría haber ocurrido en la misma exESMA.
El nieto 138, quien ahora vive en España junto a su hermano mayor, se suma a las más de 130 personas que han recuperado su identidad gracias al trabajo incansable de Abuelas, con el respaldo del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).
Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia, Abuelas de Plaza de Mayo y otros organismos de derechos humanos enfrentan lo que describen como un ataque sistemático a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. En sus primeras semanas, el Ejecutivo desmanteló la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y restringió el acceso a archivos históricos fundamentales para las investigaciones.
Además, el Banco Nacional de Datos Genéticos, vital para confirmar las identidades restituidas, fue blanco de recortes presupuestarios que llevaron a las Abuelas a lanzar una campaña pública para evitar su desaparición. En noviembre, los organismos lograron que la CIDH analizara los retrocesos en una audiencia especial.
El emblemático espacio que será sede del anuncio de la nieta 139 no está ajeno a la crisis. Más de 250 trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos fueron despedidos en los últimos meses, según estimaciones de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Además, el cierre del Centro Cultural Haroldo Conti, ordenado por el secretario Alberto Baños, profundizó las tensiones.
En paralelo, la Policía Federal Argentina fue designada para custodiar los accesos a la exESMA, una medida que los organismos consideran un retroceso en la gestión del espacio.
Con más de 30 nacimientos documentados en la exESMA durante la dictadura, el hallazgo de la nieta 139 renueva el compromiso de las Abuelas de Plaza de Mayo por alcanzar las más de 300 identidades aún por restituir. Este anuncio, marcado por la adversidad, reafirma la necesidad de mantener vigentes las políticas de memoria para consolidar una democracia que no olvide su pasado.