No todo es rosas en el oficialismo tras la designación de Sergio Massa al frente de Economía. La euforia que se vio en la Rosada en la tarde noche del miércoles parecía dar cuenta del inicio de un nuevo capítulo en el Gobierno, desde los nombres pero sobre todo desde la cohesión política. "El Frente de Todos sella la unidad", repetían varios de los asistentes a la asunción a toda orquesta del oriundo de Tigre. Sin embargo, no todos los sectores del oficialismo se subieron al barco. 

Sucede que desde hace tiempo, el dirigente social y referente del Frente Patria Grande, Juan Grabois, advierte de sus desacuerdos con el rumbo de la administración de Alberto Fernández. Enarbolado en la bandera del Salario Básico Universal, se erige como una de las voces más críticas dentro del oficialismo, y también pasa de la palabra a la acción, ubicándose al frente de marchas y manifestaciones que exigen cambios al Ejecutivo.

Ahora, ante la llegada de Massa al gabinete, Grabois había adelantado que le pedirían lo mismo que a sus predecesores, es decir, poner el foco en los más vulnerables. Y esto, a su criterio, no pasó en las primeras horas al frente de la cartera económica del expresidente de la Cámara de Diputados.

"Como parte del reacomodamiento del Frente de Todos negociamos hasta último minuto el anuncio una medida redistributiva para las mujeres y hombres de nuestro país que no tienen ni empleo registrados ni beneficios sociales. Son compatriotas en situación de indigencia y extrema vulnerabilidad para los que pedimos un ingreso mínimo de subsistencia que se hace urgente en una Argentina con casi la mitad de su pueblo en la pobreza", expresó Patria Grande a través de un comunicado.

Tweet de Frente Patria Grande

En este sentido, desde el espacio que comanda Grabois remarcaron: "Aunque hubo tibias referencias a los jubilados y los asalariados del sector privado, no hubo el más mínimo anuncio para los sectores sociales más postergados. Hubo en cambio anuncios para otros sectores en particular los grandes empresarios, exportadores, la mega minería, las petroleras así como la continuidad sin cambios del acuerdo antipopular suscrito con el FMI".

Y sentenciaron: "Nos vemos entonces en la situación de convocar al conjunto de la militancia del Frente Patria Grande para rediscutir la pertenencia de nuestros diputados, diputadas, legisladores y concejales al bloque oficialista ante el sentimiento general de nuestra fuerza de que nuestro gobierno no está defendiendo los intereses populares y existe un claro riesgo a que la hegemonía de la coalición se vuelque hacia posiciones que priorizan los intereses de la corporaciones".

El dato es que hoy, Grabois es el jefe político de tres diputados nacionales (Itai Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli)  por lo que el Frente de Todos perdería esas bancas, lo que redefiniría la primera minoría en la Cámara baja. En el escenario actual, el FdT tiene 118 legisladores y Juntos por el Cambio 116. Cambiaría el tablero drásticamente.

Pero además, el flamante legislador Juan Marino, que juró este miércoles en reemplazo del escaño que dejó Massa, es un dirigente piquetero que estuvo presente -en primera fila- en el último acto que encabezó el dirigente de Patria Grande, donde criticó con dureza al Presidente. De darse la salida, se complicarían y mucho los números del oficialismo en el Congreso de cara a la parte final de su mandato.

El partido de Grabois ostenta también cerca de 30 concejales y una diputada bonaerense. En todos esos espacios analizan la conformación de bloques propios en los ámbitos deliberativos. Así lo confirmó la representante del Frente Patria Grande en la Legislatura bonaerense, Lucía Klug en diálogo con Diputados Bonaerenses. “Planteamos armar nuestros propios bloques, para mantener autonomía política dado que la línea nacional del Frente de Todos no nos contiene”, apuntó la legisladora.