En una entrevista radial el Presidente fue consultado por el libro del momento, ese explosivo material periodístico en el que el periodista Santiago O´Donnell recopila conversaciones con Mariano Macri sobre las actividades del expresidente. Sin embargo, la respuesta de Fernández sorprendió. Si bien dijo que recibió el "Hermano" y lo tiene "en la mesita de luz", contó que por estos días la lectura lo lleva a un "muy lindo libro sobre la muerte de Juan Duarte"

La publicación en cuestión es "Maten a Duarte", escrito por la periodista Catalina De Elia e impreso por Editorial Planeta. "La verdad es que el trabajo que hizo Catalina es impresionante. Lo primero que pensé cuando lo leí es que ese fue el primer caso Nisman, se lo dije a ella", aseguró en declaraciones a Radio 10

Al igual que el fiscal Alberto Nisman, Duarte apareció muerto, rodeado de un charco de sangre. Al igual que Nisman, tenía una bala en la cabeza y había un arma en la escena. Al igual que en el caso Nisman, las especulaciones alrededor de la teoría del suicidio o del asesinato no tardaron en llegar. 

El 9 de abril de 1953, el hermano mayor de Eva Duarte de Perón fue encontrado muerto en su dormitorio. En su sien derecha, un agujero negro. A su lado, un revólver calibre 38 y, sobre la mesa, una carta de despedida. Habían transcurrido entonces nueve meses de la prematura muerte de Evita, a causa de un cáncer. 

Antes de que ella se casara con Perón, el 21 de octubre de 1945, "Juancito" era un simple vendedor de jabones. Una vez que Perón ganó las elecciones en 1946, Duarte fue contratado como inspector del Casino de Mar del Plata. Más tarde, se convirtió en secretario privado del Presidente.

Su carrera fue vertiginosa. Obtuvo un permiso oficial que obtuvo para la importación de autos que resultó disparador de sus negocios personales. Después participó en la construcción de edificios en Retiro y compró el 25% de la empresa Argentina Sono Film, que, adicional a su gestión en el Fondo de Fomento Cinematográfico, le permitió alcanzar una importante posición en la vida artística de aquellos años.

Con su pelo engominado y un bigote característico, tenía un despacho en la Casa Rosada y un trato diario con funcionarios y empresarios, al mismo tiempo que se codeaba con personalidades del espectáculo y la farándula local. De hecho, se le adjudicaron romances con actrices de la época. Tenía además una estrecha relación de amistad con el entonces titular de la Cámara de Diputados de la Nación, el posteriormente presidente Héctor Cámpora.

Días antes de su muerte y cuando ya se le había diagnosticado una sífilis irreversible, Duarte fue acusado por corrupción. El propio Perón se preocupó por desmentir "la campaña de rumores de los especuladores en contra de su gobierno" y dijo estar cansado de las "calumnias". También dejó una frase que parecía estar dirigida hacia su cuñado: "Iría a la cárcel hasta mi propio padre si fuera ladrón. Porque robar al pueblo es traicionar a la Patria".

"Juancito" renunció a su cargo y fue citado a declarar ante la Comisión de Control del Estado para el 9 de abril de 1953. Pero nunca llegó a esa convocatoria ya que apareció muerto horas antes. Otra similitud con el caso Nisman. Duarte pasó la noche anterior con sus amigos peronistas en su departamento del quinto piso del edificio de Callao al 1900. El último de sus invitados se fue cerca de las 2 de la mañana y su mayordomo japonés lo encontró muerto pasadas las siete. 

Juana Ibarguren, su mamá, fue la primera que levantó las sospechas sobre su muerte. "Me han matado a otro de mis hijos", dijo por aquellos días. La duda sobre el suicidio se instaló hasta estos días. Casi medio siglo después, Alberto Natalio Nisman correría la misma suerte.