"Yo no me subo a ningún ring, tenemos mucho que hacer para reconstruir la Argentina y no podemos perder tiempo peleándonos entre nosotros", le dijo Alberto Fernández a uno de los funcionarios que lo acompañan durante el vuelo que los trasladó a Madrid, primera escala de su gira por Europa. El presidente es plenamente consciente de que deja atrás las esquirlas de una semana en la que varios integrantes de su staff ministerial recibieron ráfagas de "fuego amigo" y pretende imprimirle a su periplo por el viejo continente -que lo llevará también a Alemania y a Francia- una estatura política que le dé volumen a su gestión.

"Nueve de cada diez europeos están preocupados por la prolongación del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, nosotros tenemos la obligación como país de ponernos al servicio de cualquier gestión que propenda a la paz", comentó a Data Clave uno de los integrantes de la comitiva presidencial durante una charla informal en la madrugada del martes, mientras el Airbus 330 de Aerolíneas Argentinas sobrevolaba el Océano Atlántico.

Mientras en España lo esperan en La Moncloa Pedro Sánchez y en el Palacio de La Zarzuela el rey Felipe VI para iniciar la ronda de reuniones, la Cancillería continúa trabajando contrarreloj para precisar el día y la hora de la cumbre con Emmanuel Macron. "Está confirmado el encuentro porque ambos expresaron mutuamente la voluntad de reunirse, pero estamos tratando de armonizar las agendas teniendo en cuenta que los franceses deben definir la conformación del gabinete ministerial y eso lo tiene muy ocupado al presidente hasta el viernes", explicó a este portal una fuente de la comitiva. "Lo más probable es que la bilateral se concrete entre el viernes y el sábado, antes de emprender el regreso al país", agregó el informante.

La cumbre Fernández-Macron tendrá entre los puntos más destacados de su temario el de la situación generada por la guerra, que no solo impacta al continente europeo sino que provoca cimbronazos en la economía global. "La posibilidad de que este conflicto se extienda en el tiempo provoca una inestabilidad insalubre para todos los países del mundo y cualquier aporte que podamos hacer para colaborar con el fin de las acciones bélicas, será bien recibido por la comunidad internacional", afirmaron desde la comitiva. Según trascendió, podría estar gestándose una iniciativa innovadora donde puedan tener participación las naciones que integran la CELAC, cuya presidencia pro-tempore corresponde a la Argentina.

Defender el salario, prioridad número uno

Mientras varios funcionarios efectuaban los preparativos del viaje, los dos ministros más fustigados por el vendaval interno del oficialismo salían a ejercer su legítimo derecho a defenderse de los ataques kirchneristas. Tanto Martín Guzmán como Matías Kulfas -quienes no participan de la gira por Europa- aprovecharon sendas entrevistas radiofónicas para atrincherar su gestión con la simple pero eficaz estrategia de argumentar por la positiva, sin personalizar el contragolpe, pero dejando en claro el destinatario de las respuestas.

A sabiendas de que una de las principales preocupaciones del gobierno es evitar que la inflación se degluta el impacto de las paritarias en los salarios, el titular del palacio de Hacienda ratificó, una vez más, la voluntad política para lograr que crezca el salario real. "Están las condiciones dadas para que se vaya fortaleciendo y que la dinámica sea menos heterogénea que el año pasado", dijo Guzmán y reafirmó que el ámbito para dar ese debate es el Consejo del Salario.

"Hay cuestiones que en cierto momento anduvieron y otras que no, pero nosotros lo que hemos trazado es un programa sobre bases que consideramos firmes, sensatas, para que esto ande", agregó y deslizó un dardo con magistral sutileza hacia el corazón del argumento kirchnerista que cuestiona la planificación energética de la actual administración: "uno se pregunta en qué país del mundo ha funcionado para encauzar un sendero de desarrollo con inclusión social tener subsidios energéticos por 3 o 4 puntos del PBI". Este martes Guzmán seguirá muy de cerca la Audiencia publica convocada para discutir la readecuación de los cuadros tarifarios de los servicios energéticos, que promete contrapuntos interesantes.

Ya sin ánimos de rodeos, el joven discípulo de Joseph Stiglitz apunto directo a la expresidenta: "Durante el gobierno de Cristina hubo una protección social muy activa y logros muy importantes, como la AUH, pero también hubo problemas de consistencia macroeconómica". Según pudo averiguar Data Clave, el presidente quedó "muy satisfecho" con la  autodefensa de gestión que hicieron sus ministros. Aunque él también hizo lo propio antes de embarcar rumbo a España durante su discurso ante el Congreso Ordinario de los trabajadores de la Sanidad. "Voy a trabajar incansablemente para que el bolsillo de los argentinos sea cada día más fuerte", dijo Fernández en el acto sindical realizado en Parque Norte.

Primarias que todo lo resuelven

Durante la cena que compartió junto a sus colaboradores en pleno vuelo, el mandatario dejó en claro que "bajo ningún punto de vista debemos permitir que los debates internos nos distraigan de nuestro rol fundamental, que es trabajar por y para el bienestar de los argentinos y las argentinas". Sin embargo a la hora de los postres, Alberto no dejó lugar a dudas respecto a sus intenciones de proponer una competencia electoral interna entre quienes decidan disputarla.

"Fui el primero que durante aquel acto por el Día de la Militancia justicialista planteó la necesidad de utilizar las primarias abiertas para que todos aquellos que deseen postular su candidatura, puedan hacerlo" aseguró. "Es lo más saludable que podemos hacer como fuerza política democrática para dirimir nuestras diferencias sin traicionar la unidad que debemos mantener si queremos volver a ganar las elecciones, como en 2019", finalizó.

Alberto Fernández le imprime tono político a su gira europea y toma distancia de la pelea con el kirchnerismo

Ni bien el avión aterrizó en Barajas, la comitiva presidencial encaró la primera jornada de la gira europea, sin olvidarse ni por un instante de que, a su regreso, los aguarda la difícil tarea de timonear las turbulencias de gestión que no se toman vacaciones. En su libreta de anotaciones mental, Fernández tiene una larga lista de asuntos pendientes. El primer renglón de la lista lo ocupa la inflación, problema que es imprescindible resolver "cuanto antes". El último, la confrontación con el kirchnerismo "paladar negro". Eso, al decir del presidente, puede esperar hasta el año que viene.