Con un hilo en su cuenta personal de Twitter, Alberto Fernández desmintió esta mañana haber tenido injerencia desde Nación en los desalojos de Guernica y de Entre Ríos, que despertaron interés nacional y diversas opiniones, entre las que hubo fuertes críticas al Gobierno por parte de sectores del progresismo y de la izquierda.

Para hablar de las dos causas, señaló que “ambos gobiernos debieron enfrentar situaciones críticas en donde se mezclaron necesidades humanas, disputas familiares y también intencionalidades políticas” y concluyó que “los conflictos se resolvieron respetando el juego de las instituciones que la República impone”.

Fernández atribuyó la resolución de los conflictos a los fallos judiciales. Dijo que estuvo al tanto en ambos casos, ya que los gobernadores de Buenos Aires y Entre Ríos, Axel Kicillof y Gustavo Bordet, lo mantuvieron infrormado; pero desmintió un interés personal en términos de costo político para desactivar la usurpación en Guernica o para intervenir en la disputa entre los Etchevehere.

En esa línea, citó una nota periodística y apuntó contra la prensa por “insinuar fisuras o contradicciones políticas en un momento en que la Argentina exige el maximo del esfuerzo mancomunado”, y dijo que “no ayuda en nada a la acción del Gobierno”.

Posteriormente, en diálogo con Radio 10, amplió su postura. Dijo que "acá hay intencionalidad política y muchos aprovechan esto para hacer ruido político" y apuntó contra la principal fuerza opositora: "Para ellos, la Argentina es un país de 20 millones de personas y el resto sobra".

El Presidente reconoció que "hay sinvergüenzas que trabajan alquilando o vendiendo terrenos". Sin embargo, dijo que el problema de los sin techo "es un conflicto social"