La última semana fue sin dudas la más difícil para el gobierno nacional desde que asumió en diciembre del 2019. Sí, aún con la pandemia del coronavirus en el medio, los días posteriores a las PASO generaron un clima de crisis sin precedentes puertas adentro pero también hacia afuera. Sobre el fin de semana, el Presidente Alberto Fernández decidió los cambios en el gabinete y aflojaron las tensiones en el oficialismo. Al menos por ahora.

En este sentido, las modificaciones no serán solo un cambio de fusibles o de figuritas. La intención es gestar una suerte de relanzamiento del gobierno de acá al 14 de noviembre, pero también, si sale bien, hasta el final del mandato. La interpretación en el corazón del Frente de Todos fue que se necesitaba fuerte presencia peronista en el Ejecutivo. Por eso volverán viejos conocidos al gabinete.

El Presidente encabezará tarde el acto en el que se le tomará juramento a los seis nuevos ministros. Allí asumirán Juan Manzur como jefe de gabinete; Santiago Cafiero en Relaciones Exteriores; Aníbal Fernández al frente del Ministerio de Seguridad; Julián Domínguez, en Agricultura, Ganadería y Pesca; Jaime Perczyck, en Educación; y Daniel Filmus, en Ciencia y Tecnología. También se sumará Juan Ross en Comunicación y Prensa, el nuevo “vocero”, diría la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Los futuros funcionarios ya están en Casa Rosada donde se llevará adelante el acto. Habrá presencia de gobernadores para dar una señal de federalismo. El mensaje es hacia la opinión pública pero sobre todo hacia el interior de la alianza entre el PJ, el kirchnerismo y afines. La idea de orden y experiencia prima en una serie de cambios que en general, cuentan con el aval de buena parte del espectro. La mayoría de las críticas llegaron de fuerzas opositoras. 

El relanzamiento del gobierno incluye una batería de medidas que apuntalen la tan mentada reactivación económica y productiva. La salida de la pandemia parece estar cerca y a la par de la profundización del plan de vacunación se apuntarán todos los cañones a inyectar de dinero al mercado interno. Más medidas apuntadas a la microeconomía, una de las grandes falencias de la gestión hasta la fecha.

El rol de los mandatarios provinciales

En este sentido, el encuentro en La Rioja con los gobernadores tuvo como misión reafirmar el compromiso de "corregir rápido todo lo que haya que corregir" para "darle respuestas" inmediatas a los sectores más golpeados, tanto por la crisis económica del anterior Gobierno de Cambiemos, como por el impacto de la pandemia de coronavirus.

Allí, los gobernadores coincidieron en que en noviembre "se gana con más peronismo y con un shock de consumo para darle respuestas a los que menos tienen". Alberto recogió el guante y retrucó: "Mis candidatos son los candidatos de los gobernadores".

De aquel encuentro participaron el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich y los mandatarios Sergio Uñac (San Juan), Raúl Jalil (Catamarca), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Mariano Arcioni (Chubut), además del anfitrión, Ricardo Quintela y el designado jefe de Gabinete, Manzur (hasta hoy a cargo de la gobernación de Tucumán).

Allí se analizaron "estrategias de descentralización de políticas públicas" y cómo avanzar hacia un "shock redistributivo", a partir de la certeza de que "se están recuperando muy bien los índices en materia económica".

"¿Quién va a recuperar la economía? Nosotros. No la van a recuperar los que la destruyeron", aseguró Capitanich en diálogo con Radio 10 y explicó: "Si uno tiene generación de empleo genuino, el estado de bienestar aumenta, ese es un dato objetivo y ahora se están recuperando muy bien los índices en materia económica".