Es un hecho, el Gobierno evalúa seriamente tomar medidas restrictivas para disminuir la circulación de gente y bajar la cantidad de contagios por coronavirus. Hoy Alberto Fernández volvió a expresar esta preocupación en un acto que estaba dedicado a promulgar la fórmula jubilatoria.

Tal como contó Data Clave, la medida que más se estudia es un "toque de queda sanitario", con la intención de ponerle fin a las fiestas clandestinas y las grandes concentraciones de jóvenes por la noche.

El problema es que esta medida vuelve a afectar al sector turístico, que tuvo meses de inactividad por los cierres sanitarios. En ese sentido, Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), no ve como una mala idea limitar la actividad nocturna, aunque también aseguró que "nunca es bueno un toque de queda". Dialogó en exclusiva con Data Clave y habló de cómo está el sector y qué proyectan para este nuevo año.

Data Clave: ¿Cómo está el turismo en esta época atípica de verano por la pandemia?

Aldo Elías: Los números están respondiendo de acuerdo a lo que esperábamos, tenemos un porcentaje de ocupación no mayor al 35%, 40% en algún caso. Esto era previsto a nivel país y podemos hablar de un buen punto de partida, comparado con los nueve meses de ingresos nulos. Pensando en la rentabilidad o no perder plata, estamos 15 puntos abajo.

DC: ¿Siguen recibiendo los ATP? ¿Qué ocurrirá con esta política económica de asistencia?

AE: Cobramos hasta el 31 de diciembre del 2020 y estamos trabajando para que continúe, porque de lo contrario vamos a sufrir una reducción masiva de empresas del sector. No hay una definición al respecto, es una potestad que por Ley le corresponde al jefe de Gabinete y puede extenderlo seis meses más. Para nosotros es clave que pueda continuar esta medida, es un apoyo importantísimo.

DC: ¿Se garantiza un cierre de comercios a pesar de la reapertura?

AE: Te lo pongo en estos términos: con esta temporada de verano, sin los ATP… vamos a tener un cierre masivo de empresas del sector.

DC: ¿Cuál es el área más afectada?

AE: No hay mayor discrepancia, todos lo sufren por igual. Quizás por naturaleza se ve un poco mejor la gastronomía, pero la verdad es que pasamos nueve meses sin ingresos y fue algo muy difícil de tolerar. Esto va a llevar un proceso de recuperación de dos años, por eso queremos que el Gobierno pueda ayudar para mitigar lo que es una crisis sin precedentes y que afecta a la cuarta actividad más importante del país.

DC: ¿El turismo estaba muy afectado desde antes de la pandemia?

AE: Yo diría que es un problema que arrastra el país hace mucho tiempo y que impide el normal desarrollo de las empresas, y te diría que de cualquier rubro. Hay acciones que producen resultados no deseados. Uno es vinculado a la vocación de crear nuevos impuestos y tasas, indistintamente del color político. Somos el segundo país de mundo en presión impositiva, contra eso no hay mucho para hacer. Las únicas soluciones para esto terminan siendo las devaluaciones, y la gente termina eligiendo vacacionar en el exterior porque es más barato. ¿Qué podes hacer con la mitad de ese valor para poder tener un precio atractivo y buscar que la gente se quede?

DC: Hoy Axel Kicillof habló sobre los impuestos y no focalizó el problema argentino en los impuestos, sino en la falta de demanda por los salarios bajos…

AE: Y bueno, así estamos como país. Cada vez con más asistencialismo, con mayor cantidad de impuestos y con menor actividad económica. La única solución para salir de la crisis es con trabajo. Cuando vos das un plan, y no incentivas el trabajo, es porque está todo podrido. Y siempre terminan eligiendo los impuestos por sobre el crecimiento.

DC: ¿Espera un 2021 con un efecto rebote por las elecciones de medio término?

AE: El problema es que estamos en el medio de la pandemia y hay que ver qué pasa con la vacuna y si hay o no una segunda ola. Hay mucho en juego y no creo que sea un año para comparar con los años impares anteriores. Pero este es otro de los males del país, donde se viven de elecciones y termina siendo ese el objetivo de la dirigencia política. Cada dos años estamos sometidos a maniobras para renovar los mandatos.

DC: ¿Cómo ven el aumento de casos y posibles nuevas restricciones para bajar la curva de contagios? Alberto Fernández habló de un toque de queda sanitario…

AE: La actividad turística no se pude volver a prohibir y esto está claro como el agua. O cerramos el resto de las actividades, o no embromamos más con el turismo. Creo que ese posible toque de queda no afectaría a la actividad, aunque hay que pensarlo como en el caso de España, que es a partir de las 23 a las 6 de la mañana. Te diría que hasta es razonable, porque si hacemos fiestas clandestinas y como sociedad no entendemos que no podemos hacer esto… no me parece mal. Nunca es bueno un toque de queda, pero tampoco es bueno estar con 30 fiestas clandestinas para desbaratar con un inmenso despliegue policial.

DC: Es decir que no habrá una oposición desde el sector turístico…

AE: Son decisiones que nunca caen bien, y que por la estupidez de algunos vamos a tener que pagar todas las consecuencias; pero por otro lado hay que entender al Gobierno que en algún momento tiene que tomar una medida para que esto no se desmadre. Es difícil la administración en tiempos de una pandemia. No es la mejor situación de mundo, pero peor es mandar a la policía a 30 fiestas por noche y desproteger a los turistas.

DC: ¿Imagina un 2021 con el turismo restringido como fue el año anterior?

AE: El turismo no se puede cerrar más, definitivamente. Podría haber una comprensión por parte de las autoridades, porque las economías regionales no aguantan más. Llegó el momento de comprender que, sin la actividad turística, aún así el 95% de los contagios en el AMBA mutaron por la circulación comunitaria a nivel nacional. Algunos dicen no salir de vacaciones por miedo y resulta que es más peligroso transitar por su ciudad por el aumento de casos por coronavirus.