El gobierno argentino se negó a recibir unas 15.000 vacunas que Chile ofreció para la ciudad de Río Turbio en Santa Cruz. El lote estaba integrado por compuestos de Pfizer y Sinovac. La gestión de Alberto Fernández no explicó los motivos del rechazo.

El argumento de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) fue que incluía vacunas que no estaban aprobadas en el país. Esto es real en el caso de Sinovac. Sin embargo, el fármaco de Pfizer contra el coronavirus fue el primero aprobado en el país de este tipo.

Todo comenzó cuando a fines de marzo el senador chileno Carlos Bianchi Chelech ofreció las dosis para la ciudad santacruceña, hacia donde hay muchos chilenos radicados y otros (cerca de 60 mil) suelen cruzar la frontera para cobrar haberes y jubilaciones, por haber trabajado en Argentina en algún momento.

El Senado chileno envió una carta al Ministerio de Relaciones Exteriores local para realizar las negociaciones con su par argentino. Los trámites no fueron exitosos porque la gestión de Fernández declinó la oferta.

En una carta con fecha del 22 de abril, publicada en Infobae, el canciller chileno Andrés Allamand explica la posición de Argentina respecto a la donación.

 “Al respecto, la autoridad sanitaria informó que los antes citados laboratorios no cuentan, en estos momentos, con registros vigentes para sus vacunas en el país, ni tampoco han solicitado el inicio del trámite para ese fin, por lo que no existe autorización para vacunación con tales fármacos. Consecuentemente, las referidas vacunas, en la actualidad, no están contempladas dentro del plan de vacunación aprobado por la Argentina, ya sea para sus nacionales o extranjeros residentes en ese país”, indica el documento.

Si bien la vacuna de Pfizer tiene una alta eficacia (91,3% con las dos inoculaciones), la de Sinovac es de las menos eficaces (entre un 50% y 62%).

El senador chileno aseguró en varios medios que su país ya donó vacunas a Ecuador y Paraguay y que no entiende la actitud del gobierno argentino.

Desde el ministerio de Salud aseguran que no existió tal ofrecimiento formal por parte del gobierno chileno. “No se puede rechazar lo que jamás fue ofrecido con las míminas formalidades administrativas necesarias”, afirmaron desde la cartera que encabez Carla Vizzotti.